ESTO AUN NO COMIENZA

1736 Words
¿Dónde estaba? Ah si, en la fuga frustrada de Ben y Madi. Al parecer el no soportó ver a su Padre en ese estado y aceptó la propuesta del mío para salvar la situación. Benjamín siendo como es, con su manía de hacer lo correcto, terminó cediendo de mala gana (el típico tipo con complejo de Superman) no se por que todos o la gran mayoría de hombres tienden a creerse el príncipe valiente que llega en su noble corcel a salvar el día. En fin, mejor para mi. Ben habló con Madi, a cerca de esperarlo hasta que el pudiera cumplir con el contrato de mínimo un año casado conmigo, con esto garantizaría la devolución del dinero y el arreglo llegaría a su fin, prometió jamás tocarme y ser solo un matrimonio de mentira, una farsa; mientras tanto, ella esperaría el momento en el que el terminara el contrato, se desharía de mi para siempre y seguirían con sus planes de un futuro perfecto juntos. Famosas ultimas palabras... Resulta que dos meses después de esto, Ben y yo nos casamos en una ceremonia muy privada en el jardín de la casa de sus padres, solo familia y amigos muy cercanos y por amigos cercanos me refiero a los abogados de la empresa y alguno que otro socio de negocios de la familia. Luego de la celebración de la boda, nos mudamos a una hermosa casa familiar de dos plantas a las afueras de la ciudad, equipada para acoger un batallón, con gimnasio, piscina climatizada y un gran terreno, que habría sido ideal en un matrimonio normal para criar a sus hijos, me atrevería a llamarlo un lugar idílico si mi matrimonio hubiese sido por amor y no algo forzado. La casa, fue un obsequio de mis generosos padres, donde empezaría a desatarse el merecido infierno en el que se convirtió mi vida. Ben y yo dormíamos en habitaciones separadas, ni siquiera era capaz de mirarme o dirigirme la palabra por mas de diez segundos y solo lo hacia para ladrarme cuando me acercaba a el o para hacerme saber lo miserable que era su vida por mi culpa. Ustedes dirán que me lo merezco por forzar a este hombre a estar conmigo, pero honestamente pensé que con la rutina diaria y la convivencia o el estar cerca el uno del otro el talvez se fijaría en mi; alerta de spoiler eso solo sucede en las telenovelas y libros de romance. Resulta que un mes después de nuestra boda, Madison conoció a Chris Black; uno de los guapísimos primos de Ben, la mismísima personificación del dios del trueno; alto, rubio, cuerpo atlético bien formado y absolutamente comestible con su look de macho alfa, todo fue llevado por la casualidad ya que ella estaba en un bar donde fue a ahogar sus penas y a llorar por Ben, mientras se emborrachaba con una amiga. Pero el infame destino le tenia deparada una gran sorpresa (¿les conté que Ben es super Guapo y super sexy? ¡amiga lo es! y Chris no era la excepción.) En fin la cosa es que la familia Black siempre fue bendecida genéticamente, así que el destino decidió que la situación entre Madison y Chris fuera como flechazo a primera vista y que los hermosos genes de este hicieran su magia y llamaran la atención de una muy despechada Madi; lo cual resulto en un tórrido romance que se convirtió en boda seis meses después. Imagínate la situación cuando anunciaron su relación y luego el compromiso en una de las cenas dominicales donde se reunía toda la familia en casa de Evangeline Black y Peter Black los padres de mi amadísimo esposo. Benjamín se puso como un loco cuando se enteró, por lo general no asistía a estas reuniones conmigo ya que con la familia no guardaba ningún tipo de apariencias, y hacía meses, que Madison no contestaba sus llamadas o mensajes lo cual era comprensible después que el se casara con otra persona, aunque fuera por conveniencia. Yo estaba super asustada, rompió la mitad del mobiliario de nuestra casa, grito como un loco que todo era mi culpa, ciertamente pensé que iba a intentar asesinarme en cualquier momento, tuve que quedarme en casa de mis padres, porque la borrachera que se puso, me hizo llegar a la conclusión que iría a por mi en cualquier momento. Fue la primera vez que sentí que lo que hice estuvo muy mal, nunca en ningún momento había sentido culpa, nunca asumí que mi cuento de hadas soñado no era mas, que el capricho de una mocosa inmadura que destruyó la vida de dos personas: la de Ben y la mía. No conforme con esto, mi mal karma seguía aumentando: En otra de las cenas familiares dos meses después de su boda Madison anuncio la llegada de su primer hijo junto a Chris; confieso que esa fue la segunda vez que tuve miedo de volver a casa, ya que para mi mala fortuna Ben asistía esa noche a la cena en casa de sus padres con la esperanza de poder hablar con Madi y convencerla de que el era el único hombre para ella, pero se encontró con la sorpresa de su vida. Venia tan deprisa en el auto que pensé que íbamos a chocar en cualquier momento, al llegar Ben se encerró en su despacho a emborracharse como era ya su costumbre cada vez que algo pasaba con su ex. Nunca debí picar al oso, esa noche aprendí una lección que jamás olvidare mientras viva.... nadie debe manipular el destino de una persona sin enfrentarse a graves consecuencias. Llegue a su despacho y llamé: - Ben... Benjamín ¿estás aquí?- al no recibir ninguna respuesta decidí entrar y ahí estaba el en su escritorio con una botella de whiskey a la mitad y otra que ya había terminado hecha añicos cerca de la entrada —Ya debes estar satisfecha maldita rubia comfabuladora — dijo mientras se levantaba con dificultad, arrastraba un poco las palabras cuando continuó: —Destruiste todo mi maldito mundo mocosa caprichosa — Realmente estaba asustada y no podía moverme de mi lugar debido al terror que corría por mis venas, no sé en que momento por que todo fue muy rápido, me tumbó en el suelo, se subió a horcajadas sobre mi, puso sus manos sobre mi cuello y empezó a asfixiarme; pensé que iba a morir y empecé a rogarle que me soltara: — Ben, Ben por favor ¡suéltame! vas a matarme.– sentí que me desmayaba, cuándo creo que se dio cuenta lo que estaba haciendo y me soltó. Empecé a toser mientras el aire entraba en mi cuerpo nuevamente, me miró y dijo: — La muerte sería demasiado fácil para librarte de lo que has hecho, Voy a destruirte a ti y todo lo que amas y vas desear nunca haber puesto tus ojos en mi. — Escupió las palabras con mucho odio. ¿Ya les había contado que nunca había estado con ningún hombre? De manera sexu4l me refiero; pues así fue hasta esa noche, siempre estuve esperando por el, esperando por su amor, nunca ni por una vez permití que otro hombre me tocara por que soñaba con que Ben fuera el primero y el único hombre con quien estuviera. Lo más triste de esa noche, creo que fue sentir que él nunca me querría, llevaba una vida entera amándolo, soñándolo, siempre estuve esperando por él, por su amor. Nunca, ni por una vez, permití que otro hombre me tocara porque quería que el fuera el único hombre sobre la faz de la tierra con el que yo estuviera, el primero y el único en mi vida; añoraba sus manos acariciándome con reverencia y sus boca recorriendo mi piel, pero no fue así; la verdad, que me tomara esa noche de la manera que lo hizo con odio y desdén, en el piso de su despacho, no era lo que soñaba para mi primera vez, esa no era de esta manera que yo quería consumar nuestro matrimonio, yo quería las flores y los corazones, quería su amor incondicional, no ser tomada como una puta en el piso de un despacho, pero a él eso no le importó y aunque no fue como yo quería, lo deje que hiciera lo que quisiera conmigo al fin y al cabo pensaba que eso era lo que merecía, la consecuencia de mis actos. Benjamín, hizo lo que quiso conmigo y luego me echó como un trapo que se usa y luego se desecha. Solo le faltó lanzarme unos billetes cuando se subía los pantalones. Pero no había terminado conmigo, Tenía que humillarme un poco mas. Al siguiente día, me levanté dolorida por todas mis partes de niña — no de la forma agradable —. pero tuve que tragarme mi orgullo, ya que, no siendo suficiente con lo que sucedió, dos abogados me esperaban en el despacho maldito; donde fui obligada a firmar un documento, en el que le cedía a Ben las acciones de la empresa de mi padre, las mismas que él me había regalado por mi boda, y, además, le entregaría el poder total de mi fideicomiso y la herencia que me habían dado mis abuelos, absolutamente todo mi patrimonio, para que él lo manejara a su antojo y sin ninguna restricción, por lo tanto, aceptaba también que no podría divorciarme de él en un mínimo de diez años a partir de ese momento o perdería todo lo que me pertenecía. Ben tendría el poder de renovar esta cláusula a su antojo , "cada vez que le diera la gana". Estaba presa en una situación que yo misma me busqué por capricho y terquedad. Entonces lo tendí, aquí empezaba su venganza; si él no era feliz, yo no lo sería jamás, sufriríamos juntos y nos amargaríamos juntos hasta que la muerte nos separase. Se preguntarán ¿por qué lo permití?, supongo que aún quedaba mucha de la oscura obsesión que sentía por el en mi alma y era mejor tenerlo así a perderlo para siempre. Gracias a mi estúpido invento, ahora estoy condenada en un matrimonio sin amor y sin esperanza de liberarme pronto. Solo a la espera que Ben algún día pueda dejar de odiarme y pueda perdonarme, y tal vez, solo tal vez, podamos lograr encontrar el camino hacia la verdadera felicidad.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD