— No — respondí sin titubeos.
— Max, te drogas hasta la mierda porque no soportas ver a Livie con Blake.
Tomo otra calada más del cigarrillo y lo aplastó con mi bota.
— Jódete —me voy meter de nuevo en el club, pero la perra toma mi brazo.
— Max, ¿por qué no solo le dices lo que sientes?
— ¡Porque Livie es inalcanzable para mí, Maddie! —exploto, porque ya no puedo seguir reteniendo esta mierda por más tiempo. — Es hija del Prez y hermana de mi mejor amigo. ¡Por eso no le digo que me estoy muriendo por tenerla conmigo!
— ¡Cobarde!
¡Santa mierda! Esta perra estaba a punto de perder sus jodidos dientes.
— Tú no entiendes, Maddie, es la lealtad del club, el club es primero que nada y lo sabes.
— Sólo sé que son un montón de tipos con demasiada testosterona. Cariño, el amor es el amo
