10 años atrás. — ¿Mami? ¿A dónde vamos? — Con papá, Max. ¿Está bien? No preguntes más. — ¿Papá? ¿Tengo un papá? — pregunté emocionado. — Claro que lo tienes, niño tonto, todos lo tienen –ella suspiro y miro hacia las escaleras. — Anda, camina. Ella tomó mi mano y subimos rápidamente las escaleras tan rápido, que a veces tropezaba en cada paso. Cuando llegamos al final de las escaleras, mamá se detuvo en frente de una puerta blanca. — Bien, cuando salga, tienes que decirle “hola, papi” ¿Está bien? — se bajó a mi altura y tomó mis mejillas. — ¿Está claro, Max? — S-sí, mamá — susurré, entonces ella sonrió y me dio un beso en mi frente, haciéndome sonreír a mí. Mamá no solía darme besos, me gustaba cuando lo hacía... se sentía bien. — Buen chico — se levantó y comenzó a tocar la puer