Me desperté con el rostro humedecido, eran lágrimas. A veces dolía tanto extrañarlos... Me levanté con cuidado, mi acompañante seguía rendido y decidí vestirme antes de alistarlo. Y alistarlo quería decir envolverlo en una manta y llevármelo. Zeus resultó teniendo sólo 3 semanas de vida y necesitaba fórmula para bebé para poder nutrirse y crecer sano. Por ese motivo terminé en la farmacia comprando un pequeño biberón, 5 frascos de fórmula y unos juguetes para perros que vi —Ow, es precioso tu perrito— me volteé y una rubia de unos 19 años miraba con ternura a mi cachorro, Zeus se cubría con la cobija y me reí interiormente, cuando decían que los perros se parecían a los dueños así era: el pobre atraía atención y no la quería— También tú eres precioso— dijo seductoramente y con cara de a
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