Cinco años pasaron, era mayor, ya no un niño sino un adolescente. Con muchos, muchos problemas —Oye, Eder — Era Betsy, un año mayor que yo que me miraba como si pareciese un chocolate y no un tonto nerd tímido y retraído. —Chico Shane— Saludó Pamela, una morena compañera de la anterior y con un busto un poco más desarrollado. Yo tragué una maldición y hundí más la cabeza en mi libro, por idiota terminé estudiando para Álgebra en el pasillo y no en la biblioteca donde acostumbro pasar. —Oye, gatito— El comentario de Elise, la amiga de piernas largas causó la risa estruendosa del equipo y siguieron caminando por el pasillo mirándome y lanzando besos. Estúpidas chicas cachondas. El timbre sonó y me apresuré a recoger mis cosas y respirar hondo repasando toda la teoría que acababa de mem