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2675 Words
—Kyung, por favor, ¿Enserio, creías que ese idiota era mi tipo?— Min llamó de inmediato a su amigo para reclamarle escuchando desde lejos el motor de la moto de Lujan encenderse para después partir.— La única forma en la que podrás recompensármelo será pagándome una sesión completa en el sauna.— Kyung aceptó y el mayor tan solo cortó la llamada para darse un relajante baño de burbujas. Dos años después... Aquel día era uno muy especial, Kyung aquel día se comprometería con su novio Jon gin luego de dos años y medio de noviazgo, Min al ser el caballero de honor, era el encargado de las palabras correspondientes, estaba nervioso pero la felicidad que sentía por su mejor amigo era incluso más grande. —Kyung eres una de las personas más importantes en mi vida...— empezó pero fue inevitable para él que su voz no se entrecortara ya que no podía controlar sus lágrimas, porque sí, Min es muy sentimental o como diría su madre una "niña" hormonal cuando se trataba de las personas a las cuales quería de verdad.— Eres como el hermano que nunca tuve.— limpió una rebelde lágrima que bajó por su mejilla y continuó tras mirar hacia los novios que le sonrieron agradecidos.— Te quiero mucho y estoy muy agradecido contigo por todos estos años que me has apoyado, eres grandioso y Jon gin... —Jajaja.— el mencionado empezó a reír ganándose una mirada furiosa proveniente de su futuro esposo.— jajaja. —Ya basta.— Kyung quería golpearlo pero su novio no paraba de reír. —Lo siento jajaja pero mira a Lujan jajaja Oye, ya basta.— le dijo a su amigo y todos voltearon a mirar al mencionado quién estaba en la esquina besándose con una de las camareras pero no sólo eso, claro que no, Lujan tenía que dar el show completo por ello no solo la estaba besando sino que también estaba apretando las nalgas de la jovencita quién al darse cuenta de la atención sobre ellos se rio junto a Lujan antes de desaparecer, el ciervo se rió ganándose sorprendentemente los aplausos de los varones dentro del salón. —Eres un asno.— Min mencionó tras negar ya que el muy idiota arruinó su tan emotivo discurso. —Gracias, gracias, doy clases los fines de semana.— Min rodó los ojos dispuesto a continuar con lo que le quedaba de discurso. —En fin, solo quería decirles lo feliz que estoy por su próximo matri... —¡Los quiero, Kyung y Jon gin son grandiosos!— Lujan le arranchó el micrófono al más bajo para decir aquellas palabras. —Oye, es mi turno.— Min le dio un codazo en el pecho.— Ya pasó tu turno.— aquello le dejó en claro a un Lujan que no paraba de reírse sacando de quicio al más bajo. Dos meses después... La ceremonia de matrimonio había sido mágica, lleno de votos conmovedores que prometían cumplirse hasta que la muerte los separara. Luego de aquello, luego de los saludos y felicitaciones, Kyung antes de partir a su Luna de Miel, le pidió al fotógrafo que les sacara una foto con todos sus caballeros y damas de honor. —¿Tú eres el caballero de honor principal?— Le preguntó el fotógrafo a Min quién se encontraba en un extremo. —Sí.— sonrió. —Ponte al lado de tu amigo.— Min asintió de inmediato ubicándose dónde le habían dicho. —Listo, aquí estoy.— Kyung le sonrió feliz. —Muy bien, todos miren hacia aquí.— el camarógrafo dijo pero justo en el momento en que el flash se disparó, Lujan le cogió una nalga a Min provocando que éste saltara y pusiera una cara realmente graciosa. —¡No me toques!— volteó y le dio un golpe al ciervo quién reía a carcajadas junto a los demás, Min se arregló el cabello y volteó para tomarse otra foto.— Sabía que harías eso pero no lograrás ponerme de mal humor. —¿Seguro?— El ciervo estuvo quieto pero cuando el flash una vez más salió disparado volvió a hacer lo mismo provocando que Min lo correteara cuál niños de jardín. —¡Ven para acá pedazo de animal!— Min se tapó la boca ya que debía guardar la compostura pero simplemente no podía. —¡Dijiste que no te enojarías!— Lujan disfrutaba mucho molestar al más bajo, era algo así como su entretenimiento personal pero lo mejor es que era gratis. Seis meses después... —Min hyung saluda a la cámara.— Jon gin le pidió ya que era la primera navidad que él pasaría junto a su esposo en su nueva casa y quería registrar cada rostro y acción de sus invitados.— Minho, tú también.— el mencionado abrazó a Min quién con una sonrisa fingida apartó su tacto de él ya que el hombre realmente era molestoso y únicamente aceptó que sea su cita de Navidad por insistencia de su mejor amigo quién no para de buscar pretendientes y potenciales esposos para él ya que estar cerca de los treinta era de alguna u otra forma preocupante para el pequeño Kyung.—¿Y qué tal va su primera cita? Min miró a la cámara y le susurró un "Ayúdame" a Jon gin quién le dijo que mandaría a Lujan igualmente en voz baja pero el más bajo de inmediato negó susurrándole un "Olvídalo" Jon gin caminó hacia Lujan el cual estaba de lo más entretenido admirando las "cualidades" delanteras y traseras de una jovencita vestida de duende.— Hey, Lujan.— él los enfocó con la cámara justo cuando el ciervo se estaba acercando peligrosamente a la jovencita.— Por favor, sostén la cámara y ven para acá.— el ciervo lo hizo y siguió a su amigo sin dejar de grabar.— Mi amor.— él llegó hasta su esposo y besó su frente antes de indicarle que mire hacia la cámara, Kyung lo hizo y Jon gin de inmediato se arrodilló hasta la altura del abultado vientre de su esposo para dejar un pequeño besito sobre él y sonreír feliz. —Vaya, vaya, vaya, miren eso.— Lujan dijo tras ver el acto de su mejor amigo. —Lujan mira, esta preciosura es mi hijo.— Kyung y Jon gin no dejaban de sonreír felices ya que su pequeño corazoncito pronto estaría con ellos.— Te amo, bebé.— Jon gin se paró y besó a su esposo provocando que Lujan volteara el enfoque de la cámara hacia un lugar con más... vida. —Hola Min.— el mencionado estaba de lo más aburrido conversando con su cita quién no dejaba de hablar de sus músculos.— Oh, mira, ¿Qué es esto?—El ciervo no esperó y tocó la campana que estaba sobre el más bajo y su acompañante, campana que se encontraba envuelta entre muérdagos lo cual, siendo una costumbre navideña sólo significaba una cosa.— Min estás de suerte, ahora tendrás que besar a Minho para que el amor florezca.— Porque sí, Lujan no desaprovecharía ninguna oportunidad para molestarlo. Min abrió enormemente los ojos y apretó los labios tratando de contenerse para no maldecir a Lujan, Minho sujetó su cintura listo para besarlo pero el más bajo tan solo le permitió un beso en la mejilla antes de apartarse y caminar hacia Lujan para quitarle la cámara e "invitarle" una bebida en la cocina. Cuatro meses después... —Hola, bebé.— Kyung pasó con cuidado a su pequeño hacia los brazos de Min quién lo miró con mucha ternura.— Eres hermoso, soy tu tío Seok.— dijo mientras sonreía y posaba junto al bebé para la cámara con la cual grababa Jon gin. —Ya dámelo.— Lujan se lo pidió de inmediato ya que él también quería verlo de cerca. —Espérate, recién lo acabo de cargar, después te toca a ti.— Min dijo ya que no se explica el grado de insistencia del ciervo. —Lujan, él lo está cargando.— Jon gin le dijo a su amigo quién gruñó pero decidió esperar. —Ten Lujan, cárgalo con cuidado, es un bebé.— Min se lo entregó preocupado ya que Lujan no es capaz de cuidar ni de un huevo. Lujan lo sostuvo para luego fingir que el bebé se le caía de broma provocando que Kyung y Min saltaran del susto. —Corazón...— Kyung miró a su esposo para que le pusiera un parche a su amigo ya que él no quería ser grosero. —Solo fue una broma.— Lujan dijo de inmediato riendo.— Mira, tiene el tamaño perfecto de un balón de fútbol americano.— él puso al bebé en su brazo fingiendo que en vez de un bebé, lo que sostenía era un balón. —¡Basta, Lujan, ya basta!— Min gritó al ver las múltiples poses que Lujan hacía con el bebé frente a la cámara.—Eres un inmaduro. —Sólo es una broma, ¿Verdad, Soo?— el más bajo solo rodó los ojos y le pidió a su bebé sin decir nada. Un año después... Era el primer cumpleaños del pequeño Jung y por lo tanto la familia Kim—Do estaba en medio de todos los preparativos para aquel evento. Jon gin y Lujan se encontraban en el jardín con el pequeño Jung quién no dejaba de elevarse por los aires cortesía de su tío Han el cual no paraba de llenarlo de besos. —Amigo, si sigues así, Jung vomitará toda la leche que tomó en tu encima. —No, a Jung te encanta, ¿Verdad bebé?, eres el único por quién cancelo mis citas.— le dijo al bebé quién mostró su único dientecito. —Por cierto, ¿Por qué no trajiste a Tae? Creí que lo suyo ya iba en serio. —Rompimos hace una semana, se le metió a la cabeza que teníamos que casarnos pronto.— Lujan hizo a Jung sujetar un globo.— Y sabes que no estoy listo para las a******s. —Creí que te gustaba... —Mi amor, dale propina a los muchachos que vinieron a armar el Castillo para la fiesta.— Kyung se asomó para recordarle a su esposo aquello. —Yo tuve que hacer todo el trabajo y todavía tengo que darles propina.— Jon gin se lo dijo a Lujan. Ambos caminaron hacia los jóvenes que parecían estar en otro mundo ya que no se fijaron en su presencia.—Hey...— esos dos voltearon a ver a Jon gin quién frunció el ceño al verlos con los ojos rojos.— ¿Han estado fumando m*******a?— preguntó comportándose como el hombre de familia que era. —No, bro.— dijo uno de ellos tratando de verse normal pero no lo logró ya que rápidamente su mente empezó a volar en la ensoñación. —Tienen un segundo para darme lo que sea que hayan estado fumando sino quieren que llame a la policía. Los dos jovencitos en medio de su ensoñación lo sacaron de inmediato ya que el sólo hecho de haber escuchado policía les hizo desembolsar, Jon gin sujetó la droga y los miró duramente. —¡Ahora largo!— los dos salieron corriendo sin rechistar nada porque sabían de que si u jefe se enteraba perderían sus empleos por lo que, mejor decidieron irse sin rumbo aparente. —¿Qué harás con eso, se lo darás a la policía?— Jon gin le sonrió a su amigo y ambos se rieron cómplices ya que a pesar de ser un hombre de familia, Jon gin aún conservaba su chispa de soltero. —¿Sabes amigo? A veces, a Kyung y a mí nos gusta tomarnos una noche para recordar viejos tiempos. —¿Sólo una noche?— Lujan lo conocía.— ¿No se supone que deberías de ser respetable en estos momentos? —Bueno, dos máximo pero eso no tiene nada de ver, solo es para recordar los días de locura que pasábamos mi pequeño esposo y yo.— Lujan negó y caminó hacia el Castillo inflable dónde se puso a saltar junto al bebé ignorando las advertencias de su amigo ya que el pequeño Jung podría vomitarle encima, Lujan lo pasó por alto y siguió saltando hasta que pasó lo inevitable, Jung vomitó encima de Lujan quien se ganó un "Te lo dije" por parte de su amigo, ambos eran muy bueno e inseparables amigos, desde muy chicos han estado el uno para el otro, y claro que ambos lo seguirían estando en su vida. Por otro lado... — La semana pasada llevé a Jung a su nuevo pediatra, un hombre encantador por cierto y adivina qué...— Soo chilló mientras Min lo escuchaba sin despegar la mirada del pastel que estaba haciendo para su sobrino. —¿Qué?—rodó lo ojos porque sinceramente ya sabía con qué saldría su amigo, el pequeño seguramente intentaría agendarle una cita y considerando su experiencia anterior, él nunca accedería nuevamente. —No tenía anillo y era muy guapo, logré sacarle un par de cosillas y solo con eso me di cuenta que él, es perfecto para ti, encajan a la perfección y mira que nunca me equivoco.— Min terminó el pastel y miró a su amigo. —¿Quieres que te recuerde la cantidad de citas desastrosas que me has arreglado? Así que no gracias y, por si no te acuerdas, empezaré por la de Lujan... —Oh, vamos, todo fue culpa de Jon gin, yo en aquel tiempo no lo conocía como ahora.—trató de defenderse aunque no lo haya logrado porque es consciente de que su amigo salió traumatizado por su cita con aquel mejor amigo de su esposo. —De todas maneras, estoy bien así por eso tú sólo sigue haciendo lindos bebés para yo seguir consintiéndolos.— Kyung se quejó porque le gustaba hacer de cupido pero su amigo ya le estaba quitando aquel privilegio, sabe que los galanes que le consigue no son de su tipo pero al menos de esa manera logra que su amigo tenga un poco de diversión al salir a citas con puro sapos sin poder encontrar aún a su príncipe azul. Lujan entró a la cocina corriendo para limpiarse el vómito.— Ag, hueles asqueroso.— Min renegó antes de sujetar al bebé de los brazos de Lujan quién se le acercó tratando de embarrarlo sin éxito. —La niñera ya está aquí.— Kyung dijo antes de caminar hacia la entrada para abrir la puerta. —¿Niñera? Pero nosotros podemos cuidarlo.— Min miró a Jung y le hizo caras graciosas. —¿Es sexy?— Lujan le preguntó a Jon gin quién rió asistiendo. —Muy sexy. —Son unos cerdos.— el más bajo rodó los ojos. Kyung ingresó junto a una niña quién provocó que Lujan se comiera sus palabras y le arrojara un tenedor a su amigo por haberle mentido de aquella manera tan descarada y jugar con sus sentimientos de seductor debido a que la niñera no era precisamente una persona para él, nunca en la vida lo sería. —No te lo lleves.— Min dijo pero la niña de unos doce años se llevó a Jung para jugar. Las horas pasaron y la casa se llenó en un dos por tres de personas, la hora del pastel llegó y como siempre Lujan no dudó en molestar a Min, Kyung cogió la cámara y les pidió a ambos que posaran junto a Jung para tomarle una fotografía al bebé junto a sus dos personas favoritas. Ambos lo hicieron y sonrieron ampliamente para que su sobrino los recordara de aquella manera, hasta que sea grande, porque ambos como padrinos estarían presentes en cada momento de la vida del pequeño, porque siempre estarían conectados por la presencia de Jung, quieran o no quieran.
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