Cuando voy saliendo del edificio de Andrea, me percato de la forma asustada en que me observa el vigilante, así que me miro en el espejo decorativo que hay en la recepción y me doy cuenta de que tengo mi imagen es lamentable, estoy despeinado, ojeroso, la ropa arrugada y lo peor es que estoy manchado de sangre; hasta yo me impresiono. No pienso aparecer por el hospital en estas fachas, así que me dirijo a mi casa los más rápido posible. Muero de ganas por saber qué ha pasado con mi preciosa, pero por lo preocupado que he estado con la situación, olvidé pedirle el número de celular a Conny y para rematar le dejé el celular de Andrea. Me baño, visto y arreglo en menos de media hora. De vuelta en el hospital no encuentro a Conny en la sala de espera, un escalofrío recorre mi cuerpo,