¿Feliz Para Siempre?

Necesitaba verte

Brenan se mantuvo ocupada con el trabajo durante el día burlándose de Callie. Por supuesto que le diría que "conoció a alguien". Pero por ahora quería mantener a su amiga adivinando. Por supuesto, ella le había dicho a Diego que Brenan estaba actuando de manera extraña y ocultando algo. Diego le dijo a Ryan quién le dijo a Yuki.

Había sido bombardeada con mensajes y llamadas de sus amigos, pero estaba bastante contenta con sólo trabajar y guardar sus secretos para sí misma.

Cuando tuvo un momento para respirar, miró por encima del hombro a través de las ventanas de su oficina y fue entonces cuando vio una figura familiar hablando con la recepcionista. Callie estaba mirando por la puerta de su oficina. Ella sabía que estaba escuchando la conversación. Gael debió haber sentido su mirada porque giró la cabeza y le sonrió. Luego concluyó su conversación con la recepcionista y caminó hacia su oficina. Ella se levantó y abrió la puerta. Cuando lo vio se dio cuenta de que tenía el pelo mojado y manchas de humedad en la camisa. Había estado bajo la lluvia.

Le entregó un ramo de rosas rojas. Ella se los llevó a la nariz y sonrió ante el maravilloso olor.

—Oh... Son hermosas. Gracias— le indicó que entrara a su oficina y cerró la puerta detrás de ellos. Dejó las flores sobre su escritorio y luego se acercó a él y le rodeó el cuello con los brazos.

—Estaba fuera de casa y quería verte de nuevo— Gael dijo con una sonrisa mientras envolvía sus brazos alrededor de su cintura.

—Me alegro de que hayas venido. Sólo estaba pensando en ti— se rió.

—Me hace feliz escuchar eso, porque todos se estaban molestando conmigo en casa. Estaba paseando y mirando mi reloj cada cinco minutos para ver si podía verte. Sólo tengo que trabajar unas pocas horas hoy

Ella no pudo evitar reírse.

—¿A que hora sales?— le preguntó.

—A las ocho. Entonces, ¿podría recogerte en tu apartamento a las ocho y media?

—Eso suena perfecto. ¿Y a dónde me llevarías?

Gael se inclinó y puso sus labios en su oreja.

—Es un secreto—susurró.

Un escalofrío recorrió su espalda.

—No me gustan las sorpresas ni los secretos— susurró en respuesta.

Él levantó una ceja y luego sonrió con picardía.

—Apuesto a que te gustará esta sorpresa

La llevó hasta su escritorio y la levantó sobre él. Se paró entre sus piernas y luego presionó sus labios contra los de ella. Brenan no tardó mucho en darse cuenta, envolvió sus piernas alrededor de su cintura y le apretó el pelo con la mano. Este beso no fue dulce como el beso de buenas noches ni pura pasión amorosa como el primero. Este beso estaba lleno de pura pasión y lujuria.

Gael pasó su lengua por el suave labio inferior de Brenan. No había sentido un impulso como este desde hacía mucho tiempo y por eso disfrutaba de la sensación de deseo físico. Su m*****o se puso duro y dolía por estar más cerca del centro caliente de ella.

—Gael— jadeó cuando abrió los labios para él.

Su lengua se encontró con la de ella y luchó por el dominio. Ella gimió al sentir su lengua retorciéndose con la de ella. Sabía a vino. Sus gemidos la estimularon aún más. Él tenía mucho más control que Joy y confió en sus habilidades para controlarse a sí mismo.

Él gimió y luego apartó sus labios de los de ella.

Sus labios descendieron hasta su cuello y besaron apasionadamente la tierna piel. Ella lo convenció con sus gemidos y tirando de su cabello. A él le encantaba poder complacerla de esta manera. Le encantaba la forma en que decía su nombre y la forma en que estaba empapada de tanto deseo. Ella estaba jadeando mientras él chupaba su cuello. Ella lo deseaba tanto en este momento. El impulso ardía entre sus muslos, luego bajó la mano y acarició uno de sus senos. Ella jadeó al sentir sus dedos fríos a través de la tela de su sujetador y camisa.

Ella gimió y luego emitió un sonido agudo.

Gael se puso aún más duro y sus pantalones de repente se sintieron muy incómodos. Ella se acercó al borde y ahora su bulto estaba alineado con su centro.

—Brenan—Él gimió porque ahora estaba aún más cerca de su calidez— Quiero...

Ella lo interrumpió chocando su boca con la de él y rodando sus caderas contra las de él. Gael comenzó a gruñir pero no de una manera que la asustara. Eso sólo la excitó aún más. Él nunca antes había follado en seco, pero se estaba divirtiendo. Podía ser muy tenso y estaba tan acostumbrado a tener que ser el cabeza de familia que se olvidó de cosas como esta. Amaba a su familia y los momentos en que todos simplemente se divertían, pero había pasado tanto tiempo desde que pudo disfrutar así y no pensar en nada más que en complacerse a sí mismo y a sus personas. Estando con Brenan sentía que podía ser él mismo.

La levantó y la llevó con él a la silla. Podrían obtener un mejor ángulo desde aquí.

Ella no tuvo mucha suerte cuando se trataba de puertas porque pronto Callie y sus malditos golpes la interrumpieron.

—¡Mierda!— ella maldijo.

Gael se apartó del beso y ambos se reajustaron. El cabello de Gael estaba hecho un desastre por todos los tirones que ella le había hecho, no es que le importara. Ella se bajó de él y fue a abrir la puerta. Cuando la abrió, Callie estaba parada allí tratando de actuar como si no supiera nada.

—Brenan, me preguntaba qué piensas de este manuscrito. Tengo otro para que leas una vez que lo hayas decidido.

—¿En serio, ahora?—siseó.

—Está bien, linda. Te veré a las ocho y media— intervino Gael

Se acercó a ella y la besó rápidamente en los labios, luego le guiñó un ojo y salió.