– Lico – Lyon dice después de tragar y rápidamente da otro mordisco al trozo de pizza que su amigo Niko compró para él. – ¿Sí te gustó? – tomo una servilleta para limpiar el desastre que es mi hijo, pero cuando giro a verlo, ya Nikolai se ha adelantado y está limpiando cuidadosamente sus mejillas mientras que toda la atención de mi hijo va directamente al plato que tiene al frente. Creo que mi bebé acaba de enamorarse de la pizza. – Shi – dice después de unos segundos y vuelve a morder. Me rio un poco al verlo. Amo como siempre es tan obediente y no volvió a hablar con la boca llena desde la última vez que lo regañé por eso, hace una semana más o menos. Nikolai voltea a verme. – Le gustó – dice con orgullo. Asiento sin poder ocultar la gracia que me genera la escena. – Sí, eso dijo –