Narra Regina. No puedo creer de que mi madre nunca me dijo que Sabrina es mi tía, no me dirigio la palabra durante el tiempo que compramos las cosas. Llegamos a su casa y la miro seriamente. –Mierda que lo tenías bien escondido. Me mira y arquea la ceja. –No tengo porque darte explicaciones. –Claro que si, después de todo, es tu hermana. –No lo es, solo fue una mujer que al que tiene a su lado, terminan muriendo, primero su marido y luego su hija. La mire confundida. –¿Nunca te preguntaste porque nunca aparecio? El marido se murió en un accidente y su hija al tiempo fallecio al nacer, yo me aleje antes de que eso pasara, todos los que tuvo a su lado, tuvieron un destino terrible. –Pero es tu hermana.–Alterada.–No podes dejarla sola. –Yo la odio.–Me mira.–Es tan igual a vos.–Me