Narra Rafael. Me despierto y escucho que alguien golpea la puerta, miro la hora y es tardísimo, debe ser la chica de limpieza. Me levanto y abro la puerta, no terminó de sorprenderme cuando Regina se abalanza hacia mi, atacando mis labios. –Ya no aguanto más, no puedo resistir. Nos besamos con pasión y acaricio su cuerpo, la alzó y la acuesto en mi cama. Tardamos menos de 5 minutos en desnudarnos y vuelvo a besar sus labios. Me agarra y logra darme vuelta, quedando arriba mío, me mira con sus ojos negros intensos y se posiciona para darle entrada a mi entrepierna, quiero sentirla, puedo sentir como entra cuando me despierto sobresaltado. Dios mío, era un sueño, lo que daría para que ella regrese y sea realidad. Miro mi entrepierna y está hinchada. Suspiro y voy al baño a darme una