Capítulo 7

549 Words
 Narra Sabrina.   Miro la lluvia caer desde mi ventana, ya el cielo se oscureció. No tengo hambre por lo que opte por un te, la lluvia me pone un poco melancólica por los recuerdos que me traen . Me hice el te y la lluvia cae con más intensidad, los recuerdos vuelven como un torbellino a mi cabeza, jugándome una mala pasada. “Estoy totalmente empapada, el neumático de mi auto está pinchado. Más mala suerte no puedo tener. Recién salgo del set y estoy lejos de mi casa. –Regina, ¿qué pasa? podes enfermarte. Miro a mi compañero de la película y suspiro. –Un neumático está pinchado. –No te preocupes, te llevo a tu casa y después llamas la grúa. Es tan lindo cuando me mira de esa manera, siempre lo mire pero… me mira con un brillo especial, si supiera que desde que lo vi me tiene loca, nunca supe como hablarle después de las cámaras pero ahora está frente a mi, solos. –Esta bien Nicolás.–Animada. Me sonríe y vamos a su auto. Conduce hasta mi casa, estaciona y me mira con atención. –Muchas gracias por traerme Nicolás. –No me agradezcas, lo hice por placer.–Sonríe. Estuve por bajar cuando el me detiene. –Sabrina, tengo que decirte algo. Lo miro confundida, ¿qué quiere decirme? –Se que nunca hablamos pero Sabrina, desde que te vi, empecé a sentir algo por vos y no sabía de que forma acercarme a ti. –Tímido. Me pongo colorada y lo miro con una sonrisa. –Ay Nicolás, yo también siento lo mismo, no se si parezco una tonta pero yo me siento muy poca cosa para ti. –Claro que no, tu eres la mujer más hermosa que vi. Agarra mi mano y estamos a sólo unos centímetros, mira mi boca y nos vamos acercando cada vez más. Siento como se funde mis labios con los de el, en un beso tierno, probando nuestros labios. El beso se vuelve apasionado y con sus brazos envuelve mi cintura”. Reaccionó al escuchar un rayo, pegando un salto y despejo mi cabeza, las lágrimas están rodando por mis mejillas y las limpio. Me siento tan sola y triste, yo se que la telenovela me da a dar un poco la felicidad que me arrebataron, aunque sea merezco serlo por un momento. Me alejo de la ventana y agarró el guión, necesito algo que me aleje de mis pensamientos.   Narra Nicolás.   Por suerte Ágata no esta, peleamos por nuestra hija y se fue de la casa. Escucho el ruido de la lluvia golpear contra el techo de la casa. No puedo dejar de pensar en la mujer que visita mis sueños, llevándome a un lugar como yo lo hubiera vivido, ese beso se sentía tan real y tenía razón, esa mujer es la más hermosa que vi en mi vida, la verdad que tiene un cierto parecido con Regina. Sus ojos marrones mirándome con timidez, su hermosa cabellera pelirroja, los dos nos sentíamos tan adolescente. No recuerdo su nombre, ¿cuál era su nombre? “–Se que nunca hablamos pero Sabrina, desde que te vi, empecé a sentir algo por vos y no sabía de que forma acercarme a ti”. Sabrina, ese es su nombre. Ay dios nunca vi a esa mujer en mi vida, puede ser un invento de esa mujer, que yo la haya inventado. Aunque sea una fantasía, no puedo sacarmela de la cabeza, pensando día y noche en una persona que no existe.  
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