Nada Personal

Capítulo 9

Narra Regina.

Me despierto sobresaltada y siento sus fuertes brazos abrazando mi cintura. Dios mío, ¿qué hice? no puedo hacerle esto a Matías. Me levanto y Rafael se despierta.

–¿Qué pasa?

–Esto no tuvo que haber pasado.–Alterada.–Tengo novio por el amor de Dios.

–Perdóname pero yo no me arrepiento de nada.

Lo miro con seriedad y suspiro.

–Me tengo que ir y es mejor para los dos hacer que aquí no ocurrió nada.

–Para mi va a ser imposible.

–No me lo hagas más difícil, me siento una basura.–Triste.

–Regina, yo por vos siento algo.–Tenía la mano en su pecho.–Nunca me sentí así y no se que hacer.

–Apenas nos conocemos, no podes enamorarte.

–No te mientas Regina, yo se que te pasa algo conmigo.

Me visto enseguida y agarró mi cartera.

–¿Nunca nos vamos a volver a ver?

–Nunca. –Sería.

–Vas a volver y te estaré esperando.

Me toma entre sus brazos y quiere besarme pero me separo.

–No voy a volver, adiós Rafael.

Me voy de allí y por suerte dejó de llover, paro un taxi y le doy la dirección de mi casa.

Después de unos minutos, entro a mi casa y puedo sentir sus labios recorriendo cada centímetro de mi piel. Pongo mi mano sobre mi cuello, acariciando mi piel, imaginandome de que son sus caricias. Me doy cuenta de lo que estoy haciendo está mal y despejó todo pensamiento impuro de mi cabeza.

–Por Dios Regina, nunca le fuiste infiel a Matías y ahora te dejaste arrastrar por la pasión que te hizo sentir ese hombre.–Muerdo mis labios.–No puedo dejar de apartarlo de mi cabeza y apenas lo conozco, me siento tan sucia.

Me doy un baño de agua fría, tratando de calmar lo que paso apenas una hora. Salgo del baño y me pongo mi pijama, ni ganas de cenar tengo, sólo quiero acostarme y dormir toda la noche.

Me acuesto y suspiro, cierro los ojos y puedo sentir sus fuertes brazos en mi cintura. Me siento sobresaltada y llevo mis manos a mi cabeza.

–¿Qué me pasa por el amor de Dios? No puedo perder la cabeza por un hombre que no conozco, tengo que sacarlo de mi cabeza a como de lugar.

Al otro dia, apenas terminó de desayunar, salgo de mi casa y voy a mi trabajo. Bajo del taxi y entró al canal.

–¿Y? ¿Cómo te fue con la señora?

–Acepto.–Alegre.–Hoy es la reunión de los actores y ella va a estar aquí.

–¿Te parece?

–Ella vendrá, estoy seguro.

Los actores empezaron a entrar al canal y Román es uno de los últimos en entrar.

–Los extrañe un montón.–Nos dice.

Ya están todos menos la señora, mi compañero suspira, como si perdiera las esperanzas.

Escucho una voz y mi cabeza se dispara para mirarla.

–Siento llegar tarde.

Mi mirada va hacia la actriz y ella también me mira, sonríe y se acerca para saludarme.

–Hola señorita, me llamo Sabrina Ballesteros.

Me da un beso en mi mejilla y siento un escalofrío en mi cuerpo, siento como si la conociera de toda la vida.

Saluda a todo el elenco y todos se comportan de manera amigable con ella. La examinó durante toda la reunión, me agrada demasiado, como si tuviera una conexión con ella.

Termina la reunión y ella todavía sigue estando en el canal, me acerco a ella.

–¿Necesita algo señora Ballesteros?

–No linda y dígame Sabrina.

Le sonrió y asiento.

–¿Se siente cómoda?

–Estoy muy bien, gracias por preguntar, ¿cómo se llama?

–Regina.

–Muy lindo nombre y usted es muy hermosa.

–Gracias.

Ella se queda mirándome y sonríe.