Demián y Nicolás tenían más en común de lo que ellos creían, charlaban sobre sus trabajos en sus empresas, Nicolás tenía una red de pequeños hoteles en varios países, donde se concentran los puntos turísticos, estaba pensando en asociarse con el dueño de este hotel, ya que la propuesta que le hicieron era muy buena. Demián, trabajaba para la empresa de su padre, pero estaba destinado a ser el CEO en Madrid una vez terminemos la luna de miel.
-¿Que carajos? Cuando pensaba decirme eso?
Ellos se felicitaban por sus logros y proyectos, la cena continuó lo más bien hasta que nos tuvimos que ir. Demián y Nicolás intercambiaban sus números y sus tarjetas empresariales y nos despedimos.
"Bella ragazza, fue un placer conocerte, muchas gracias por lo que hiciste hoy por mí, estoy agradecido y com
