Tatiana pasó el día en el jardín evitando entrar y ver a su esposo a la cara. En su habitación Patrick pensó que le tomaría un largo tiempo leer todo lo que Tatiana escribió, eran tres cajas y en cada una había una gran cantidad de material. – Señor – avisó el mayordomo antes de tocar la puerta. – Si, eres... – Puede llamarme tío, le será más fácil recordarlo. Patrick sonrió – voy a aceptar su sugerencia. – La correspondencia. – Gracias – dijo al mirar las cartas y la caja con menos emoción. Dejó de lado la carta del supremo sacerdote, el obispo Lean y su padre, se concentró en las dos cartas que importaban, su madre y su hermana. La carta de su madre contenía varias recetas a base de vegetales que, según ella, crecían en el territorio Felian, además de varias recomendaciones. A