La escasa iluminación y las cortinas cerradas dejaban la impresión de que el día se negaba a entrar al castillo de Tiara y Tatiana se sintió un poco cohibida.
– No tenías que venir.
– Tengo que – le respondió a Patrick – a donde un hombre va, su esposa debe seguirlo – aseguró con mucha convicción.
Patrick lo encontró gracioso y le alborotó el cabello en un gesto amable.
La puerta se abrió y los dos miraron al Marqués Quiral vestido elegantemente con una carpeta en las manos – el rey está ocupado, escucharé el motivo de su visita.
Patrick dio un paso al frente – necesito hablar con el rey Diaval, es un asunto personal que involucra a mi prima Marjory.
El Marqués lo miró fijamente – ¿sabe en dónde se encuentra?
– No precisamente, pero quiero encontrarla.
La visita del Barón Sigfred a
