Capitulo 1: El dia que conoci a Maldad

1225 Words
Capitulo 1: El dia que conoci a Maldad A medida que se acercaba, lo observaba, el tenía una mirada fija de esas que podrían helarte la sangre solo por la intensidad que emitía, la barba cubría su mentón, su cabello ligeramente desordenado… Maldad. Ahora entendía porque el apodo le quedaba a la perfección, se le notaba la maldad pura. Se sentó frente a mí su rostro inexpresivo unicamente mirándome, sus muñecas y pies esposados, los guardias salieron pero ellos esperaban afuera, de igual modo, yo tenia el boton de emergencia estaba debajo de mi escritorio para que los guardias entraran enseguida por si lo necesitaba. —Hola señor Fonsi. —dije. Maldad, no dijo nada. —Soy Paola, Paola Nieve. —continue. Tampoco dijo nada. Uhm, entonces este hombre era de esos odiosos que preferían quedarse callados. —Cuentame —continue—, ¿te comio la lengua el raton o no sabes hablar? Esta vez note una reaccion diferente, el estiro una de la comisura de sus labios en una ligera sonrisa y se inclino ligeramente hacia adelante para decir con voz profunda: —Se hacer muchas cosas con la lengua, si quieres te enseño. ¿Uh? Aclare mi garganta, no me lo esperaba, y entendía el doble sentido de sus palabras. —Con hablar ya es suficiente —dije. —Ya he pasado por esto antes —dijo ligeramente fastidiado—, ¿quieres que te cuente de mi aburrida vida, infancia o como llegue aquí? Alce una ceja. —No. Me miro con curiosidad, evidentemente no esperaba una respuesta asi de mi parte. —En realidad a mi me pagan de igual forma quieras hablar o no —me encogi de hombros—, tienes cadena perpetua, asi que no vas a salir de aqui, realmente hablar contigo es una perdida de tiempo, pero esta en la ley del estado, no hay opción. Note como parecio mas tranquilo; era la idea. El alzo una ceja. —Eres la primera psicóloga mujer que me atiende —murmuro. —Siempre rotan —me limite a decir. —Espero que no te rote —me miro de arriba a abajo— eres muy guapa. No sabria decir por que, pero su mirada me intimido un poco. —Y casada tambien —dije con algo de sarcasmo. —No veo anillo —replico. Oh. Bueno, primera vez que me atrapaban la mentira en el aire. —Es mi novio —me limite a explicar. —Entonces, tu novio solo te hace perder el tiempo si quieres que te pida matrimonio pero no lo hace. Uhm, ahora queria ser mi psicologo. —Te propongo algo —dije echandome hacia adelante con una ligera sonrisa—, hablo de algo personal a cambio de que tu digas algo personal tambien. Maldad me miro como si supiera que tramaba algo y dijo: —Vale. Me prepare para analizar su reaccion a la siguiente pregunta. —¿Matas por placer? —pregunte. El sonrio un poco, como si supiera que iba a preguntarle algo así. —No —dijo—, solo ataco cuando mi vida esta en riesgo, supervivencia. Uhm, entonces no podria considerarse tan grave su nivel de sinismo. Anote en mi libreta una linea, yo sabia lo que significaba, sabia leer mis propios apuntes. —Ahora yo —dijo Maldad. —Vale —dije a la espera de lo que me preguntaría. El se echo ligeramente hacia adelante y pregunto: —¿Tu novio te ha dado un orgasmo? Lo mire como si me hablara en otro idioma. —¿Que? —dije sin poder creer que de verdad me hubiera preguntado tal cosa. —Es una pregunta por una pregunta —dijo sin quitar esa mirada fija en mis ojos que me comenzaba a incomodar cada vez mas… estaba intimidándome y eso pocas personas lograban hacerlo. Vamos, controlate Paola. —Si —menti. —Mientes. —replico. Sonrei un poco solo para darle el beneficio de la duda, pero realmente nunca habia sentido un orgasmo o algo parecido mas que el placer de estar con mi pareja. —¿Como sabes que miento? —pregunte. —No soy psicólogo —dijo Maldad—, pero se leer a la gente, a las mujeres en general. No iba a mentir, si me daba curiosidad eso de que supiera leer el lenguaje corporal, entonces tenia que tener cuidado con mis gestos. —Entonces —dije cambiando el tema— ¿nunca quisiste estudiar una carrera lejos de algo ilegal? El no cambiaba su postura erguida y amenazante como si estuviera acostumbrado a a eso. —Me intereso el poder —explico con sencillez—, una carrera no iba a darme el poder. —¿Que te gusta controlar? —pregunte. El no dudo cuando respondió: —Todo, mucho mas en la cama. Su mirada intensa sobre mi, senti sonrojarme, no se por que mi mente se traslado a sus manos sobre mi, controlandome y haciendome gritar. ¿Pero que piensas Paola? Controlate. Aclare mi garganta. —Ahora yo —dijo el. —Vale. Me quede en silencio esperando a que continuara. —¿Alguna vez has sentido tanto placer que te vuelves ninfomana? —dijo. Como no, continuaba con sus incomodas preguntas sexuales, queria evitar este tema inapropiado, pero era un trato de preguntas, asi que no queria que se alejara, sino que se abriera a mi para ver que tanto pensaba. —No —admiti. Lo vi ampliar su sonrisa cuando dijo: —Yo puedo darte tanto placer que gritarias mi nombre y soñarias hasta con el momento en que vuelva a hacerte mia. Uhm, ¿seria un charlatan? No lo parecia... —Tienes mucha seguridad en ti mismo —dije. —Soy narcisista —dijo—, eso me han dicho los otros psicólogos. —Y eres muy consiente de eso —continue. Se encogió de hombros como si fuera obvio. —Soy muy guapo —dijo—, todas me desean. Alce una ceja. Que engreido este hombre. Caia pesado, ¿inseguridad? Tache una linea en mi cuaderno. —Como tu —continuo Maldad—, aunque no lo muestres, quieres que te suba al escritorio y te muerda la boca mientras te toco y tu solo gimes del placer. Esas palabras hicieron que todas mis hormonas reaccionaran calentándose. —Vale, basta. —dije, ya notaba que era una linea de perversion que se abria cada vez mas y me incomodaba. —¿Te incomode? —pregunto con cierta burla. —Mi turno por preguntar —dije. —¿Cambias el tema porque me deseas —dijo— desde que me viste entrar por esa puerta, uh? Note como apretaste los muslos, me imagino que debes estar tan humeda… Senti que mi entrepierna entro en llamas, pero como podia lograr calentarme con solo unas palabras sucias. No. Esto era sufiente, tenia que acabar. Toque el boton de seguridad debajo del escritorio y los guardias entraron enseguida. Maldad sonrio echándose hacia atras, parecia realmente divertido de mi reaccion. Maldicion, el sabia que me habia intimidado, pero… yo no sabia que me desestabilizaria tanto. —Hasta luego Paola —susurro cuando se levanto escoltado por los guardias. Trague pesado sin responderle. No queria verlo nunca mas pero este era mi trabajo… Que mal habia empezado todo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD