La chica del alpha

Capítulo 2

Las decisiones demuestran nuestra capacidad de juzgar las opciones, para bien o para mal.

P.C

Ava

A veces necesitábamos un poco diversión en nuestra monótona vida, pero la forma en la que mi mejor amiga manejaba, no parecía la mejor forma de disfrutarla, sentir la verdadera adrenalina en mi cuerpo era reconfortante y atemorizante en partes iguales ya que cada segundo que pasaba sentía que chocaríamos, pero la sonrisa de Emelin es tranquilizadora y me da una sensación de protección, así que me permito relajarme en el asiento mientras llegamos a nuestro destino.

El Silver Moon Academy se alza frente a nosotras dejándome boquiabierta.

Decir que es hermoso es poco, la estructura destila lujo y elegancia por todos lados, y no puedo creer que yo esté estudiando aquí, mi familia siempre fue de la clase baja.

Que mi padre nos haya abandonado cuando tenía 10 años no hacía el trabajo más fácil para ninguno, sin embargo hoy no era día de pensar en eso, así que sin más miramientos bajamos del auto y dirigimos nuestros pasos a la oficina del director para buscar mi horario y anotarme en un deporte extra.

Que según Emelin era sumamente necesario, por lo menos para los lobos, porque era bien conocido que a este Instituto asistían también humanos.

Mates de lobos, pero humanos al fin.

Al llegar a la oficina del director este me da una mirada amable y me tiende mi horario.

—Bien, señorita Adams, ¿cual deporte elegirá?—pregunta con educación.

—Solo Ava—aclaro y el asiente—¿Cuales son las opciones?

Pregunto con interés.

—Esta... Fútbol, Baloncesto... Esgrima...

—Esgrima—lo corto al escucharlo.

El director levanta una ceja y luego de darle una rápida mirada a mi amiga, continúa con lo suyo.

—Bien, todo listo, tiene suerte de que quedara un puesto en esgrima, la mayoría de las chicas están allí—dice con gracia.

Mi amiga contiene una carcajada y ambas salimos de la oficina no sin antes despedirnos del director.

—¿A que se refiere con que todas las chica están en esgrima?—pregunto con curiosidad.

—Oh querida Ava, tienes mucho que aprender—menciona con diversión—lo que ocurre es que el profesor de esgrima es nada más y nada menos que el próximo alpha, las chicas babean a su alrededor. ¿Nunca lo has visto? —pregunta y yo niego arrugando la nariz.

—Bueno, no importa.—respondo caminando hacia mi primera clase.

Literatura.

Sonrió por inercia y mi amiga me sigue.

(...)

El día no fue tan agotador como pensé, las asignaturas son exigentes, pero nada que no pueda manejar. Gracias al cielo la mayoría de clases me tocaron con Emelin, porque como había pensado, algunas personas empezaban a molestarme, por ser nueva, por mi cabello.

En fin, buscaban una razón para hacerlo.

Y eso sinceramente, no me molestaba, en parte me había acostumbrado a los susurros a mi alrededor, sabía que era una persona peculiar, pero no me avergonzaba de ello.

Ahora, Emelin y yo caminamos juntas a la cafetería, mi amiga va mirando a los lados y yo la miro con confusión.

Sabía que estaba loca, pero no tanto.

—¿Que haces?—pregunto deteniéndola.

Por fin ella dirige su mirada hacia mi y suspira.

—Constato que no te molesten—musita preocupada—quiero que te sientas a gusto Ava—dice bajo mi mirada acusatoria.

—No Eme, tranquila, no quiero que estés todo el tiempo cuidándome. Puedo sola—digo con el ceño fruncido.

Ella aprieta los labios pero asiente.

Entramos a la cafetería y ambas nos dirigimos a la fila.

Por lo que me dijo eme, la comida aquí es gratis, por lo que podemos comer lo que queramos.

Tomo una hamburguesa junto con un batido de fresa el cual mi amiga lo ve asqueada dado que odia las fresas.

Loca.

Pasamos por las mesas buscando una vacía y a lo lejos escuchamos unas risas.

Dirijo mi mirada hacia esa mesa y me encuentro con un grupo de chicos.

—Esa es la mesa del Alpha—explica mi amiga—ese—señala a un chico pelinegro. —Es el próximo Alpha.

Miro atentamente al chico en cuestión, este está de espaldas pero se puede notas a leguas su ancha espalda, su cuerpo parece bastante Atlético, su perfil es varonil.

No puedo ver por completo su rostro pero por lo que me cuenta Emelin, el chico es guapo.

Caminamos acercándonos a una de las mesas vacías y un olor a libros viejos y pinos llega a mis fosas nasales tensando por completo mi cuerpo.

Giro mi cabeza en todas las direcciones y...

Mate

Cierro los ojos con frustración al encontrar al individuo y antes que este me note huyo lo más rápido que puedo de la mesa.

Salgo corriendo ignorando los gritos de Eme.

No no no.... ¡esto no puede estar pasando!

No puedo.

Corro los más rápido que puedo por los extensos pasillos hasta que estoy fuera del Instituto.

Escucho varias pisadas detrás de mí y el olor de mi amiga se hace presente su agitada respiración hace ver su falta de ejercicio.

—¿Que rayos te pasa Ava?—pregunta confundida.

Oh no.

Regresa en este instante Ava Miranda.

¡Mi segundo nombre no!

Quiero a mi mate, ¡regresa!

Nuestro, ¡y no!

Me niego.

Deja el miedo Ava, nada ganarás con eso.

Dije que no, Avi.

Me giro con una sonrisa inocente y pienso rápidamente una excusa convincente.

—Es que.... Me dieron ganas de vomitar.—miento nerviosa.

—Ava—advierte dándose cuenta de mi mentira.

Me conoce muy bien.

¿Ahora que? ¿Avi?

¿Yo que?

¿Que hago?

¿Yo que se? Dile la verdad. Es tu amiga.

gran ayuda.

—Bien, lo que ocurre es que... Encontré a mi mate—musito.

Eme abre los ojos como platos y sonríe ampliamente.

—¡Felicidades! Pero.... Espera—dice dándose cuenta de lo que hice—¿Porque no dejaste que te reconociera?

¿Tenia la respuesta?

Maybe.

Lo cierto era que no quería encontrar a mi mate.

Porque sin importar que lo encontrará, temía que hiciera lo mismo que mi padre, muy en el fondo sabía que no todos eran iguales, pero la pérdida... Me causó un gran daño, que no sabía si podía reparar.

Y que el fuera un alpha no ayudaba en absoluto, es más.

Lo empeoraba. Porque díganme algo.

¿Que alpha querría una loba simple rango Delta?

Quizás me rechazara antes de lo que me diera cuenta.

O tal vez yo lo hiciera.

Por ahora no lo sabría.

Lo que si sabía, es que por el día de hoy, ya eran suficientes emociones y necesitaba descansar.

Ahora... Era la chica del alpha.

¡Espero les haya gustado!