Álvaro Duarte Al despertar extiendo el brazo a un lado, Juliana no está. Abro poco a poco los ojos y en efecto su lado de la cama esta vacía. Me siento observando la habitación, hay silencio por todas partes. Que esta pasando, donde esta Juliana. Camino con rapidez al baño, abro la puerta, pero no está. Sacudo mi cabello con fuerza. Mierda. Se me ocurre llamar a recepción, tal vez me haya dejado un mensaje, el hotel es de su padre así que pudo surgir algún inconveniente y quiso arreglarlo, me hago esperanzas, pero la chica que atiende mi llamada me dice que no hay nada para mí, le preguntó si la han visto salir del hotel, pero me dice que no la han visto en toda la mañana. Comienzo a sentirme ansioso y nervioso al mismo tiempo. Saco ropa de mi maleta y me meto al baño para ducharme rápido