Juliana Muñoz Llegamos a casa de Andrés, una persona del servicio nos dijo que él y Natalia estaban de viaje. Por suerte para nosotros. Álvaro pregunto si habían dejado algo para el por lo que la empleada fue hasta el despacho mientras nosotros esperamos en el recibidor. Me sentía algo ansiosa. Trajo un sobre color amarillo. Álvaro me tomó de la mano y subimos las escaleras. —¿A dónde vamos? —pregunté curiosa. —A mi habitación —respondió sin decir más. Abrió una de las habitaciones y entramos. Me ofreció el sobre y yo lo tomé, desenrolle el hilillo y saque los papeles de su interior. Los extendí en la cama. —Ya le había pedido antes las pruebas para ti a Andrés, ya no quería ocultarte más la verdad —dice él al momento que tomo algunos de los documentos y los analizo con la mirada. Me