El Arte de Amar ©

Capitulo 62

—¿Cómo dices?—la chica se quedó perpleja, tratando de analizar lo que su pareja le dijo

—Como lo oyes mi vida, seremos papás—decía emocionado tomando de las mejillas a la chica, deseaba con todas sus fuerzas poder gritarlo a los cielos

—Vaya, era algo que..... que no pensé que pasará—decía aun sin creerlo, no sabía como reaccionar

—Pero, ¿no te alegra?—pregunta triste el ojiverde, pues la miraba muy seria, esperaba que mostrara una gran sonrisa, es todo lo contrario

—Claro que si cielo—ella sonrió y comenzó a llorar, pues en verdad estaba procesando lo que él le dijo, tener un hijo de él, es maravilloso

—Me haces feliz nena, de verdad—estos se abrazaron, era un abrazo duradero, Bill estaba demasiado feliz

—Y tú a mí, gracias por cruzarte en mi camino—ella lo mira a sus perfectos ojos, amaba sus hermosos ojos

—Agradezco que chocaras conmigo, mi hermosa chica de Brooklyn—besa sus labios, recordaba la forma en como se habían conocido

2 meses después

La joven pareja de enamorados estaban en sus planes de boda, hicieron la noticia viral de que se casarían, el embarazo no quisieron mencionarlo para evitar ataques de prensa, no querían levantar muchas especulaciones, pues aún seguían sufriendo ataques sobre su separación con Landon. Bill y Dania organizaron una cena en grande para celebrar el compromiso, los padres y hermanos de Bill estaban presentes, Dania invitó a su padre, Owen, Avan y alguno que otros amigos, habían considerado a Landon, pero pensaron que le iba a resultar incómodo al chico

La familia de la pareja sabían del embarazo, estaban sumamente felices, en especial el señor Speitzer, se dio cuenta de que su hija había encontrado a un buen hombre que la amaba y la valoraba, sobre todo, que estaba empezando a formar su familia, eso lo llenaba de mucha alegría. Todos se fueron, pues al día siguiente se llevaría a cabo la muy esperada boda de Speitzer y Brunner, Bill se fue a hospedar en un hotel, en compañia de su familia, no podía alistarse en la misma casa con su futura esposa, Owen se quedó en casa con Dania, él sería su mayor compañía

—Y, ¿cómo te sientes preciosa?—pregunta Owen acostándose junto a la chica, ambos se tenían la confianza suficiente como para dormir juntos

—Nerviosa, ¿crees que me vea linda?—pregunta mientras este toca su vientre plano

—Por supuesto que si, te verás bella y este bebé también—hablaba en el vientre aún plano de la chica, desde que se enteró del embarazo, siempre se mantenía atento, le fascinaba hablarle al bebé

—Oh calla, aún no ha crecido, le falta mucho—sonrió Dania, pero se sentía dicho al ver esa escena

Ambos jóvenes durmieron juntos, a decir verdad, Dania extrañaba esas reuniones con su mejor amigo y casi hermano, el que compartieran cuarto, se desvelaran platicando o jugando. El día se llegó, despertó a temprana hora, la modista llegó y le probó el vestido, ella se sentía morir de los nervios, pues en un mes el planear todo la había hecho tener un estrés total, pero sabía que todo valdría la pena. Bill estaba aún dormido, Liam entró a la que era su habitación y lo golpeó para poder hacerlo despertar, este con enojo se despertó, pues por un momento olvido todo

—Mi muchacho—habló el padre de Bill entrando a su habitación, mirándolo arreglarse—Jamás pensé verte así, listo para tu boda, qué orgullo mi hijo—este se acercó a él y lo abrazo, en serio estaba feliz por su hijo, pues jamás lo miro así con Kate

—Gracias papá, te amo—beso su mejilla, de nuevo se abrazaban

—Bello momento, pero demasiado cursi—hablo el menor de los Brunner sonriendo, los presentes hicieron lo mismo

Él estaba listo, su familia se dirigía a la iglesia donde uniría su vida con la chica de Brooklyn, como de cariño la llamaba. Mientras tanto Dania, estaba lista, Owen no dejaba de halagarla y sentirse conmocionado, el señor Speitzer se sentía aún más conmovido. Estaba por salir de la casa, ella se miraba al espejo, su mirada bajó al vientre y sonreía. Camino a la iglesia, estaba a minutos de comenzar, su padre sería el que la entregaría, pero esta temblaba y su semblante cambio, sentía su cuerpo paralizado, los nervios estaban al cien

—¿Qué sucede mi niña?—toca la mejilla de su hija, al verla quieta y cambiar de expresión

—Tengo miedo, papá, tengo miedo que no salga bien—baja la mirada, él podía notar como su cuerpo se tensaba

—Todo saldrá bien mi niña, ¿qué cosa puede salir mal? Relájate, ya nos esperan—este levanto el mentón de su hija y sonrió, caminaron a la entrada de la iglesia, todos la miraban

—No me dejes caer papá—esta se sujetaba más fuerte de su brazo

—Eso jamás—le dedicó una sonrisa a su hija

La música de la iglesia comenzaba a sonar, ella a pasos lentos entraba junto a su padre, los flashes se hacían presentes, sin duda Dania se veía hermosa y acaparaba la mirada de los presentes, las miradas de todos se centraban en ella, la seguían con la mirada durante su trayecto al altar. Bill desde el altar la esperaba con una sonrisa única y hermosa, el señor Speitzer tomó de las manos de Dania acercándolas a las del ojiverde, mostrándose felices

—Te entrego a mi pedacito de cielo, mi vida entera—habló el señor sonriendo a ambos jóvenes

—Gustoso acepto a esta hermosa mujer—sonrió Bill mirando a Dania

Estos se miraban de nuevo, estaban listos para comenzar la ceremonia, Bill no dejaba de mirarla y guiñarle el ojo, aun Dania se sonrojaba cada vez que su chico hacía eso, es como si apenas lo conociera. Los presentes miraban aquel maravilloso acto, los de la producción de Love and Blood, así como sus compañeros de trabajo, la producción y compañeros de Bill, de la nueva película en la que estaba trabajando, todos los conocidos de la pareja ahí estaban presentes

—De los presentes, ¿hay alguien que se opone a esta Unión?—preguntaba el sacerdote—Si es así que hable ahora o callé para siempre—el silencio se apoderó

—Yo me opongo a esto—todos giraron a ver de quien se trataba, fue algo que tenso a todos

—¿Landon?—dijo Dania sorprendida mirando al castaño