Capitulo 64

1038 Words
Bill estaba nervioso, el encerrado en el baño con su ex no sería buena imagen ante las personas que esperaban entrar al baño, mucho menos en el día de su boda, Kate solo reía malévola de lo que logró, este se acercó a ella y con rudeza la tomó de los brazos, jamás había optado por lastimarla, pero esta vez estaba perjudicándolo, no iba a permitir que le arruine su día —Escúchame bien, quiero que te metas al baño y no salgas, no vendrás a joderme mi boda con Dania, ¿oíste?—la arrincono al baño, sentía que la sangre me hervía del coraje —¿Te da miedo que nos descubran?—preguntaba burlona, deseaba que la gente los viera —Deja de joder Kate, ya basta o acaso, ¿quieres que les diga a todos lo zorra que eres?—la chica cambio de semblante y Bill la aventó al baño y cerro la puerta, no quería ser violento, pero no le estaba dando otra opción Este se acercó al baño y lo abrió, los que esperaban en el baño lo miraron sorprendido, este había fingido que la puerta se había atorado y que todo estaba bien. Regreso con su ahora esposa y esta lo abrazo y beso, se había preguntado en donde estaba y él le contó aquella mentira. Todo había concluido, la ahora pareja de esposos estaban deseosos de tener su Luna de miel, se despidieron a todos —Mi pequeña, me voy totalmente alegre al verte casada con este chico, sin duda elegiste bien hija, estoy tan feliz de verte casada—sonrió el señor Speitzer frente a ambos —Gracias papá, te visitaremos pronto, me gustaría que pasarás un tiempo con nosotros, no estar tan lejos de ti—abrazo a su padre —Pronto hija, pronto—ahora abrazaba a Bill —Por favor hágalo señor, créame que Dania estaría complacida de tenerlo aquí a lo igual que yo—dijo el ojiverde, mostrando felicidad ante él —Lo tomaré en cuenta Bill—beso a su hija—Estaré para consentir a mi nieto—toco el vientre de su hija —Él te amara papá—ella entrelazó su mano con la de su papá —Estaré ansioso de verlo—la abrazo por última vez y se marchó —Nosotros más—se unía Bill a tocar el vientre Los demás invitados más cercanos se fueron, ahora Bill y Dania estaban solos en su enorme casa, Bill tomó con cuidado a su mujer tomándola entre sus brazos y llevándola a la habitación, la cual estaba arreglada con pétalos de Rosas y velas aromáticas. Al estar parados frente a frente comenzaron a besarse, despojándose de sus prendas hasta quedar desnudos —No me cansaré de decirte lo hermosa que estás—acaricio su mejilla y la beso en los labios —Y yo jamás me cansaré de decir lo perfecto que eres—sonrieron entre los besos Bill la acostó con cuidado en la cama poniéndose encima de ella, depositándole besos en los labios, para después bajar al cuello y hacerla estremecer, le daba unas pequeñas mordidas, ahora su boca se centraba en aquellos pezones rosados que le encantaban, los succionaba una y otra vez, Dania gemía más de lo normal, ¿sería el embarazo? Pregunto Bill, bajo al vientre de esta y le dio unos pequeños besos tiernos, amaba besar siempre su abdomen —Mamá y papá se divertirán un poco mi amor—susurro en el vientre y Dania se rio, le pareció un tanto absurdo —No seas bobo—este sonrió también Llegó a la feminidad de la chica, quedando expuesta ante él, sus labios sintieron lo mojado que estaba esa zona, el comienzo a lamer y meter un dedo en la entrada de la chica, Dania arqueaba la espalda, sus piernas se tensaban al sentir una excitación inmensa, Bill parecía estar muy excitado lamiendo la zona de su chica, duro un buen rato comiendo su feminidad, haciéndola mojarse cada vez más, se levantó y dejó ver su m*****o enorme erecto, ella de inmediato desvió su mirada en aquel m*****o, pues era inevitable verlo, el la miro y se acercó a ella y la beso —¿Estás lista mi amor?—pregunta el ojiverde, mirándola fijamente a los ojos, en ambos se iluminaban sus ojos, desprendían un brillo especial —Te estás tardando Bill..... mételo ya por favor—dijo entre jadeos, mordía su labio, deseosa de más Este abrió más las piernas de su esposa, con su mano tomó su m*****o, unto un poco de su saliva en el m*****o y lo introdujo con lentitud, aunque este entró con facilidad, ya que la chica estaba muy húmeda, empujo completamente hasta adentro, dejándolo un tiempo sin moverse. Comenzaron las embestidas poco a poco, sus labios se unían y se besaban con mucha intensidad, Dania acariciaba continuamente la enorme espalda del ojiverde, unos cuantos araños se hacían presentes a lo igual que las mordidas que esta le daba en el cuello, evitando hacerle marca, pues sabría que sería algo muy notorio, tal vez haría marcas en sus pechos —Más...... muévete más....—decía excitada la chica —Pero pequeña y, ¿si le hago daño al bebé?—la chica se río —No, Bill, no pasa nada....... hazlo—esta lo volvió a besar y él concedió lo que su esposa le pidió El ojiverde aumentaba sus embestidas, besaba a Dania y con una de sus manos apretaba sus pechos, en la habitación sonaban sus gemidos. Estaban por terminar, Bill ya no podía más, estaba apuntó de terminar, Dania sentía sus piernas temblar. El orgasmo se llegó y Bill dejo dentro de ella su semilla, ambos se tumbaron en la cama abrazados —Vaya pequeña, hoy estuviste más excitada de lo normal—él estiró su brazo y ella se acostó en él —Pero, ¿te gusto?—ella lo miro a los ojos, mientras lo abrazaba, este sonrió y asintió —Te amo Dania, mi bella esposa, este será un bello comienzo de nuestras vidas, a partir de ahora, todo será mejor—dijo feliz para después quedar dormidos
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