El Arte de Amar ©

Capitulo 53

4 meses después

Dania decidió irse con Bill, fue rápido tomar ese paso, pero ambos sabían que estaban destinados a estar juntos, oficialmente eran pareja, hasta por los medios, pero no había llegado a otro pasó importante, la intimidad, se concentraron tanto en la mudanza, hacer formal su romance, trabajo, entre otras cosas más. El padre de Dania sufrió al saber que su hija quería irse de la casa, jamás se opuso, pues sabía que su hija era lo suficientemente responsable para hacer lo que quisiera, siempre y cuando lo visitará, Owen decidió rentar un departamento, la razón de vivir en casa de los Speitzer era por Dania, no tenía caso vivir ahí

Landon tenía mucho éxito en Japón, se había colocado en uno de los más aclamados famosos en Japón, constantemente hablaba con Bill y Dania, las cosas habían mejorado entre estos tres, Landon con el tiempo trataba de superar su amor contra ella, aunque en realidad, le costaba mucho. Bill comenzaba a grabar para la película Hunger to Kill, era un reto interesante, su papel como asesino era increíble, lograba hacerlo más realista al hacer una mirada desafiante y que su risa tuviera un toque malévolo. Dania iba camino al set con su novio, de vez en cuando lo visitaba

—Hola cariño, ¿qué tal todo?—llegó la chica abrazándolo, normalmente no lo miraba como asesino, este se negaba a que lo viera así—¿Por qué no me dejas verte como él?—señalaba el vestuario

—Porque sé que te burlarías de mí, aparte me veo raro—él hizo muecas

—Cariño, te ves estupendo, veo poco las grabaciones y eres increíble—ella besó su mentón, ya que no alcanzaba sus labios

—Eso dices por qué me quieres nena—este se agachó y la beso

—Tal vez, pero te diré algo—ella lo mira intensamente

—¿Que cosa? Si hablas de tener sexo aquí, no me voy a oponer—esta se río

—No bobo, pero, imaginarte como el asesino, me excita un poco—el ojiverde arrugó su frente

—Estás diciendo Dania Speitzer, ¿qué te excito como asesino? Vaya, jamás pensé en que fueras una pervertida con gustos asesinos—bromeaba mientras la besaba, no pudo evitar reírse por lo mencionado

—No lo negaré cariño—mordía su labio inferior

—Nena estás logrando ponerme intenso—este le hablaba al oído, dándole unos pequeños besos

—Eso me gusta, sabes, creo que ya es tiempo—ella se pone sería y lo mira

—¿Tiempo de qué?—él la mira fijo

—De dar el siguiente paso Bill, estar en la intimidad—dijo en susurro y un sonrojo

—¿De verdad? Bueno, eso es increíble, pero ¿estás segura?—decía con emoción

—Si cielo, estoy convencida—sonreía aún más

Después de aquella escena provocativa, Bill fue a grabar, la escena donde se colocaba aquella máscara extraña para no ser identificado, mataba a un chico, cortando su cuello, estuvo de terror aquella escena, Bill le había comentado a Dania que Alexander, el gran director de la película, había decidido no dejar que los actores interactuaran mucho con él fuera de escena, para que así en las escenas al verlo estos se sorprendieran más y conseguir sustos reales, Dania adoraba esa idea de Alexander. Al término de las grabaciones, Dania y Bill fueron a comer, mostrando su amor antes todos sin ocultarse

—Adoro verte sonreír—hablo el ojiverde mientras caminaban tomados de la mano

—Él motivó, eres tú Bill—ella lo miro y le guiño un ojo

Llegaron a un buen restaurante, comieron tranquilamente, en ocasiones Dania se mensajeaba con su buen amigo Owen. Llegaron a casa, Dania estaba decidida esa noche a entregarse a Bill, de la forma correcta, bebieron un poco de vino, se mantenían parados, cerca del uno al otro, Bill tomándola de la cintura, apegándola más a él, esta colocaba sus manos sobre su cuello y comenzaban los besos, aumentaban más hasta ponerse ardientes

—Nena, no sabes cuantas veces deseaba tener este momento—decía entre besos el oijiverde

—Yo también Bill—su respiración sonaba agitada

El tacto del uno al otro comenzaba, ella entrelazaba sus dedos en el cabello del ojiverde, él pasaba sus largas manos por la espalda de la chica, Bill la recostó suavemente en la cama sin separarse de ella, el sobre de ella, sin aplastarla, él abría paso a su boca para explorar cada rincón de ella, se separó un poco y la miro, su boca entreabierta, jadeando, sus ojos cerrados, era la escena perfecta, tener a la mujer que adora bajo su mando, poder disfrutar de verla así, tan sensible y cálida

De nuevo se acercó a sus labios, con una mano tocaba su cuello, con la otra recorría su pierna tan tersa, se levantó y se quitó su playera, se acercó a ella y con delicadeza le quito su blusa, miraba aquel par tan perfecto, esta se sonrojó, ahora le quitaba sus jeans. Bill podía sentir el roce de su piel contra la de ella, se sentía cálido, él se despojó de todo, Dania lo miro, recordó la vez que lo contempló desnudo en la escena y sonrió

—¿Te gusta lo que vez?—pregunta parado frente a ella

—Sin duda alguna Bill—dijo coqueta

Él hacía un recorrido por todo el cuerpo, con sus labios, desde los pies hasta la boca, ahora él despojaba de las prendas de ella, miraba aquellos botones rosas que se veían perfectos, era un privilegio que él los tuviera en su boca, logrando que la chica gimiera del placer. Un pequeño ruido los asustó, era la puerta de la entrada

—Bill, ya llegué, vamos a salir idiota—gritaba Liam desde la planta baja

—Demonios porque ahora—dijo el ojiverde