Calisto bajó los escalones de dos en dos muy animado, llevaba una sonrisa de oreja a oreja y estaba de muy buen humor. Rápidamente se dirigió a la biblioteca y vió ahí a sus hijos y sobrinos, estaban jugando ajedrez y otros a las cartas. Se percató de que Karlf parecía bastante estresado jugando ajedrez contra Adrihel. - ¿Hola?… Les dijo Calisto. Todos se levantaron inmediatamente y corrieron a él. Cal se dió cuenta de que todos los muchachos parecían sus admiradores, cosa que no le sentó del todo bien teniendo en cuenta de que Calisto no se tenía a sí mismo una buena opinión. La primera razón se debía al hecho de que tenia pacto con el “diablo”, la segunda porque creía que era una mala influencia para los demás y la tercera porque no se conscideraba a sí mismo alguien no muy bueno