Narra Casandra
Cada vez que Allie y Rachel se ríen, me doy cuenta de que Jared Helmsley y yo nos hemos estado mirando fijamente durante muchísimo tiempo.
Le lanzo una mirada fulminante a Allie y luego tomo mi bebida con la esperanza de disimular mi vergüenza. En realidad, a veces tener un grupo de amigas no te hace ningún favor. Y en este caso, sirve para subrayar lo que estoy tratando de erradicar: la gran diferencia de edad entre el hombre que deseo más que nada en la tierra y yo.
Cuando habla, mi mirada se fija en su boca carnosa, ansiando que envuelva las partes de mí que no dejan de latir. Cuando sus labios se entrelazan lentamente alrededor de mi nombre, casi me derrito por dentro. Su voz áspera y arenosa despliega las tres sílabas como olas en una suave orilla al atardecer.
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