Leilah
No puedo creer que algo como esto esté pasando.
Nunca hubiera creído que uno de mis colegas más experimentados fuera capaz de voltear las cosas a su favor para perjudicarme. Me pregunto cuál es su propósito y si podría salir bien parada por algo que, a mi parecer, era mi deber como médica investigar.
¿Estará celoso o será algo más?
Evan, como siempre, quiere dar la cara por mí. No es que me moleste realmente, pero desde que comencé a trabajar en el Saint John 's (el sueño de mi vida) han surgido comentarios de que recibo preferencia por ser la esposa del mejor neurocirujano de California, Evan Roberts.
He luchado para que esos comentarios no me afecten, pero me molesta profundamente que crean que mis méritos se deben a tener alguna clase de palanca. Mi puesto me lo gané yo
