POV DARKO ROMANOV —¿Qué quieres, Vladik? —Revisé por última vez mi Glock y la guardé en la pretina de mi pantalón, agarré otras dos más y las coloqué en mi chaqueta. —No tienes por qué ir, déjame a mí —negué levemente—. Maldición, cualquier cosa podría salir mal en esa reunión con Hernández. —Lo sé, viejo, ahora déjame hacer mi trabajo —pasé junto a él, pero me detuvo con su mano. —Mi deber es protegerte de ti mismo. —Tengo todo bajo control —inhalé profundo, tratando de mantener la calma. Vladik se cruzó de brazos, evidentemente preocupado. —El cartel de Hernández es extremadamente peligroso, y el hecho de que estén furiosos porque decidiste dejar de comprar su cocaína lo hace aún peor. No creo que quieran hablar. —Dime algo que no sepa. —Pedí, mirándolo fijamente—. Tengo todo ba