El sonido incesante del tono de llamada de mi móvil, me despertó. ¿En qué momento me había quedado dormida? No podía recordarlo con exactitud, me desperece y busque el aparato ruidoso que había interrumpido mi placido sueño. Al encontrarlo, vi que era Sandra y que tenia múltiples llamadas perdidas suyas. Deslice mi dedo por la pantalla, reo —¿Hola? ¿Por qué tengo tantas llamadas perdidas tuyas? —pregunte, somnolienta y bostezando. —¡Hasta que por fin! ¿Acaso has pasado durmiendo todo el día? —responde con ironía y le respondo con un “sip”. —, ¡Enciende tu tv y coloca el programa de New york Celebrity”, ahora! —¿Qué? ¿Por qué? —pregunto confundida por su insistencia. —Hazlo, estaré contigo en unos pocos segundos. —responde colgándome. Desconcertada y confundida hago lo que me pide,