Evan.
Llevo media hora acostado en la misma posición, sin mover ni un solo musculo.
Nada, no muevo nada.
Estoy seguro de que podría ganarme una buena cantidad de dinero si me dedico a ser una estatua, porque hasta ahora lo he hecho a la perfección.
Entonces la siento, Violet se remueve sobre mi pecho.
Aguanto la respiración, sintiendo cómo su mano se mueve un poco en mi vientre, como en una leve caricia de la que seguramente no es consciente, pero yo sí. En el momento en que mueve su rostro hasta que su nariz roza mi quijada, estoy seguro de que hasta mi corazón se ha paralizado.
— Peach — la llamo —. Peach — lo intento de nuevo, pero todo lo que recibo es el suave roce de sus labios en mi quijada, después siento el roce de su boca formando una sonrisa contra mi piel —. Vi, despierta
