Violet. El brazo de Dexter descansa sobre mis hombros, sus dedos jugueteando suavemente con mi cabello mientras trata de calmar mis temblores. Aun cuando han pasado horas desde lo sucedido, no soy capaz de calmarme. Todavía siento su mano tapando mi boca, amortiguando mis gritos. Siento sus dedos jaloneando mi cabello cuando intentó detener mi huida. Y, sobre todo, siento sus bruscas manos en mis pechos. — ¿Dónde está Evan? — Pregunto por lo que me parece es una doceava vez. — No debe tardar en llegar, cuando lo llamé dijo que venía de camino. Asiento en silencio, tragándome el duro nudo en mi garganta. Dexter consiguió que la policía me dejara en paz. Querían declaratorias, pero yo no estoy lista para darlas. Creo que es más que suficiente con la testificación de Dexter. Él entró