[KIRAN]
Cada acto que debería parecer algo cotidiano para una pareja, para mi es una especie de milagro. Estamos sentados frente a frente en esta mesa ubicada en una esquina del café donde entramos a desayunar y pareciéramos dos extraños. Ella le pone un poco de azúcar a su café sin cruzar su mirada con la mía, y yo en cambio la miro como intentando adivinar que es lo que esta pasando por su cabeza.
Corto un trozo del baklava y ella bebe un sorbo de su café, todo esto sin decirnos nada… —No podemos seguir así— Murmuro una vez que termino de comer mi primer bocado y ella asiente.
—Lo sé, pero ¿por donde empezamos?— Me cuestiona y me encantaría poder tener una respuesta para su pregunta, pero lamentablemente no la tengo.
—No sé… supongo que como se empieza todo ¿no?— Propongo y me mira extrañada.
—¿Y eso sería?— Inquiere con dudas.
—Con valor, atreviéndonos a hablar, a decirnos las cosas como sean que son— Le explico y come un trozo de su baklava.
Una vez que termina, deja la cucharita sobre el plato y me mira fijamente como hacia mucho tiempo no lo hacia —¿Te arrepientes de no haberme escuchado cuando te dije lo de Lorenzo?— Me pregunta y vaya pregunta que me ha hecho…
—Todos los días de mi vida, cuando me decías que te molestaba, creí que hablabas de otra cosa, pero nunca imagine que estaba obsesionado contigo…— Explico.
—No sé si la palabra obsesionado es lo que lo describiría, yo creo que era un psicópata y ni tú ni nadie lo imagino o lo quiso ver— Me corrige.
Respiro profundo y trato de tomar valor para lo que le quiero preguntar. Ella me mira expectante —¿Por qué no lo denunciaste? Tuve que ir yo a echarlo de nuestra vida, de la empresa… pero no entiendo porque no quisiste ir a la policía después de que saliste del hospital— Le cuestiono y es que necesito entender que fue lo que paso.
Ella mira a la mesa y no entiendo si es que no se atreve a responderme o no quiere… tal vez estoy tocando un tema muy doloroso en nuestra primera conversación.
—Kiran, nunca te lo dije— Murmura y noto como su voz se quiebra de repente.
Tengo miedo de lo que me pueda decir, no sé si estoy preparado para escuchar ciertas cosas —¿Qué cosa Ixa? Necesito entender, por favor— Le pido y si, es una suplica.
—No recuerdo nada de lo que paso esa noche— Susurra y ni siquiera sé como reaccionar, esto no lo esperaba.
Ixa levanta su mirada, la fija en la mía y tengo la sensación de que se ha detenido el tiempo —¿Cómo que no recuerdas lo que paso?— Cuestiono en un susurro.
Ella niega —Esa noche habíamos ido a cenar con unos clientes que venían del extranjero, esa que tú no quisiste ir y dijiste que podíamos tranquilamente manejar Lorenzo y yo — Comienza a relatar y nunca me podré arrepentir lo suficiente por eso —Los clientes se fueron y él me invito una ultima copa para celebrar la firma del contrato, yo le dije que no porque justo me había enterado que estaba embarazada, pero él incisito y me dijo que aunque sea una copa sin alcohol y acepte— Continua y no puedo creer que haya sido tan hijo de puta para hacer algo así —Me empecé a sentir mal y pensé que eran los primeros síntomas del embarazo… no lo relacione con otra cosa, él me ofreció traerme a casa y a pesar de que yo no quería estar sola con él, de verdad que me sentía muy mal para conducir y acepte— Me cuenta y noto el dolor en sus palabras.
—Ixa— Trato de decir.
—Lo siguiente que recuerdo es que al despertarme estaba en su cama, mi ropa estaba rota y él estaba desnudo a mi lado mirándome de la manera más asquerosa que nadie nunca me vio jamás. Me empezó a decir lo bien que la habíamos pasado a pesar de que yo me puse un poco violenta… no quiero recordar todo lo que me dijo, solo sé que fue el peor momento de mi vida y salí corriendo de allí como pude y caminé como una loca hasta que encontré un taxi y me subí para regresar a la casa, el resto ya lo sabes— Termina de relatar y es inevitable no estar llorando como un niño.
—Lo siento tanto… no sabes cuanto me gustaría poder regresar el tiempo y no separarme de ti ni un solo minuto de mi vida— Digo con esta angustia que me cala hondo —No tengo idea de que hacer para ayudarte, me siento demasiado culpable, dime Ixa ¿Qué puedo hacer?— Me atrevo a preguntarle y ella seca sus lagrimas.
—No podemos hacer nada para cambiar el pasado, ni siquiera puedo cerrar esa etapa en mi vida porque no recuerdo nada…—
—¿Y en el hospital? Es decir… ¿no te hicieron pruebas?— Pregunto en un susurro y niega.
—Estaba perdiendo a nuestro hijo, estaba inconsciente, ni siquiera pude decir que es lo que había ocurrido—
—A veces siento que yo debería estar en la cárcel, mate a nuestro bebé… no puedo encontrar consuelo para eso— Murmuro y va secando otras lagrimas que siguen escapándose de sus ojos.
—Vayamos a hacer las compras ¿sí?— Me pide y sé perfectamente que no quiere seguir hablando de todo esto, le duele demasiado…
—Perdóname, debimos haber hablado de otra cosa— Le digo triste.
—Si vamos a pasar un año en esta situación, no nos podemos seguir haciendo los tontos, tú querías hablar, esta bien, hablemos, pero te tienes que aguantar lo que venga. Ahora si, mejor vayamos a seguir con nuestras compras porque no quiero que la gente nos mire y piense que esta ocurriendo algo malo, no sabemos muy bien que pueda pasar— Explica y tan solo puedo asentir.
—De acuerdo— Respondo cabizbajo y sé que esta en lo cierto.