11. LACASA DE LAS MUÑECAS

1297 Words
La puerta vuela de un golpe, separándome de Miedo, me demoré en pensar y reaccionar a tiempo, uno de los Nublones me señaló con sus dedos espinosos que supuraban oscuridad, yo estaba detrás de un espejo, era cortarme o que ellos lo hicieran, retrocedí un paso atrás y el espejo me absorbió. Tras el espejo me llevo a un lugar único y muy familiar, vi una gran casa de tres pisos algo descuidada, el fruto estaba en el que era mi cuarto, un rincón lleno de mariposas y versículos de lo que se supone que era una biblia, mi fruto estaba en mi anillo de los quince, era hermoso… de pronto aparecí en una habitación iluminada con un árbol en ella - los frutos. Dije dentro de mí, no podía temer para que las muñecas no me encontraran Como dije antes el temor se fue y la esperanza me invadió, use mi bolso y empaqué todos los frutos que pude, la puerta a la casa de las muñecas se abre de par a par, lanzo una pelota para asegurarme de que nadie atacaría y en efecto nada lo hizo, como no había ningún peligro en los pasillos salí por la puerta principal, le di un fruto a Patán y otro a Depresión, de inmediato cobraron vida y salud, su cuerpo se levantó del todo y con mucha adrenalina, queriendo acabar con todo y despertar. La verdad es que lo encontré justo a tiempo, minutos después el juego dio fin… - solo hubo 3 heridos por las nubladas y varios con sus frutos. Dijo Indiferencia dándonos la bienvenida Apenas si se adaptó a esa transición de realidades - casi nos matan porque son tan fuertes!!!. Grito Impaciencia lleno de heridas - no es mi culpa. Respondió Indiferencia esparciéndose en tinta negra Por mi parte estaba muy mal (Haber visto mi antiguo hogar, solo así me di cuenta que creía en Dios o algo mayor que yo) Envidia celebró dándole un beso a Miedo eso fue el colmo, ignore sus afectos y me fui a mi apartamento, cuando anocheció algo tocó a la puerta de mi cuarto, creí que era un nubló y me escondí debajo de la cama, le pedí a Dios que me ayudará, Miedo era el que había tocado, también se metió debajo de la cama, estábamos muy cerca, era incomodo - ¿Qué haces aquí?. Le pregunté sorprendida - creí que necesitarías ayuda y que otro nublado te acabaría. Respondió corriendose hasta donde mi - ya te diste cuenta que no, ahora vete. Le grité ofuscada - no entiendo que te pasa, pero lo que sea te seguirá dañando. Dijo enojado Cuando se iba a levantar le jale del brazo, un nubló estaba cerca, cayó encima de mi cuerpo, sin pensarlo o verlo venir me beso dulcemente, a mi mente vino una imagen de un tipo, era Cristian, quién se me estaba declarando, ambos lloramos y esperamos que el nublo se fuera - disculpa no debí haberte besado. Dijo Miedo ayudandome a salir - eres el novio de Envidia que pretendías!!! vete de mi casa. Grite sorprendida y confundida Miedo me miró arrepentido y se fue, los días se me hicieron horas y las noches eran cortas, con suerte ya iban 6 meses, pero no sabía cómo estaba mi cuerpo, en el último juego me había ido muy mal, casi no encuentro el fruto, eso me hace recapacitar y querer jugar, sí sigo así pronto despertaré. En la vida real todo estaba patas arriba, mi segunda recaída fue horrible y creanme que las cicatrices no fueron solo superficiales, también tuvieron implicación en mi cuerpo, mi madre estaba postrada frente a mi camilla orando por mi vida, cuando Cristian volvió al hospital los doctores no tenían buenas noticias, mi medicina no estaba dando efecto. - volvió a tener otra recaída, está casi la mata. Dijo mi madre llorando - Estará bien, solo es cuestión de tiempo. Dice Cristian Él no se rendía a la primera, creo que eso fue lo que me enamoro de un hombre tan especial. Un mes después y el tratamiento no avanzaba, en mi nuevo mundo llevaba 1 año para ser más exactos ya no tenía esperanza, todos en mi familia estaban cansados, mi madre pidió al pastor que orara porque se hiciera la voluntad de Dios, Cristian ya no podía soportar tantos problemas y desdichas. - señor vamos a empezar un nuevo tratamiento y puede que lo asimile bien. Dijo Jerónimo - solo espero que este si funcione ya va un mes y nada que despierta, va de mal en peor. Respondió Cristian confundido y desesperado - si, pero es algo complicado solo es cuestión de paciencia y de fe. Replicó Jerónimo retirándose de la habitación - Ellos pueden decir de todo, pero la última palabra la tiene Dios. Intervino mi madre - como sea debe despertar. Cristian no era el más devoto que digamos por el contrario era un ateo más de la sociedad Entre otras cosa se creía que vendrían más personas en coma y aplicaron una nueva medicina, el rumor era cierto y estaban extraditando a 10 pacientes en coma, algunos llevaban años, otros meses y tenían un estado muy inestable, iban hacer repartidos en dos diferentes hospitales, pero atendidos por el mismo medicamento, cuando llegaron parecía un desfile de llanto y de dolor por parte de los parientes. Un niño llamado Leonardo Tobar de 14 años llega al lado de mi habitación venía de Panamá al parecer llevaba 9 meses en coma, sus padres eran divorciados, su padre culpaba a su madre por no haberle cuidado sus ataques de epilepsia, el nombre de la señora era Sarah una joven mujer que lloraba a su hijo casi todos los días, mi madre salio a calmarla siempre se las dio de consejera decía que era un don - se pondrá bien. Dijo mi madre tratando de entablar una conversación - lleva 9 meses en coma y no se si viva para pedirle perdón por no haber sido su madre. Respondió Sarah llorando - no te preocupes, si crees en Dios él hará su voluntad. Susurro mi madre - Soy de la religión tradicional, he rezado a todos los santos que existen, pero es inútil. Dijo Sarah sollozando El padre de Leonardo le había abandonado hacía varios meses y la dejó con la carga, desde entonces vive en los hospitales. En el otro piso entraría Camilo Arias apenas tenía un mes en coma, un ladrón de 18 años que se enfrentó a un policía y se lleva un tiro en la cabeza, rezaban porque nunca despertará, su madre y hermana le acompañaban en el duelo, era gente pobre que venía de las afueras de Bogotá. Su hermana ya tenía 15 años, su nombre era Valeria, creía que su hermano se merecía lo que estaba pasando, le golpeaba y le gritaba delante de todos, su madre Marina no hacía nada para impedirlo, este cambio le alejó de todo - no se vale que por culpa de tu hijo haya dejado todo!!!. Gritaba Valeria - estoy cansada de esto, aquí nos ayudarán a que tu hermano despierte. Dijo Marina sollozando - el policía le disparó a Camilo no a mi, lo siento, pero yo no fui la que cayó postrada en una cama. Replicó Valeria ofuscada Marina le obliga a que se calme, los doctores y el resto le piden el favor que no grite en el hospital, esto le empeora y se va dejando a su madre tirada. De una u otra manera todos en un punto de nuestras vidas hemos estado atrapados en una casa de muñecas, rodeados de horrores y del pasado que no nos deja avanzar, sino como explicaríamos nuestra cobardía y estar estancados en algo llamado sobrevivir.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD