Se acercó despreocupadamente a mí con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Tenía los brazos cruzados contra el pecho mientras esperaba a Harry en la puerta. Oí el pitido de su alarma antes de que metiera la llave en el bolsillo y se atusara los rizos con la mano derecha. Primero sacudió la cabeza y luego se echó los rizos hacia atrás. Colocó sus raybans en el escote de su polo blanco, y entramos juntos. Su mano se apoyó en mi trasero mientras nos dirigíamos a la cafetería. Harry desapareció a sólo Dios sabe dónde mientras yo me ponía mi ropa de trabajo. Me ataron el delantal a la espalda y me recogí el pelo en una coleta alta. No era higiénico trabajar con el pelo suelto, y tampoco estaba permitido, así que Harry tendría que aguantarse. Me crucé con Clarity de camino a la caja regi