Harry se recostó con su cuerpo contra la cabina. Se mordió el labio y pensó un rato. ¿Quizás no quería contarme esto? Sin embargo, se inclinó sobre la mesa, así que me acerqué al instante para escuchar lo que tenía que decir. Quería saber cómo había conseguido este impresionante club.
Mi abuelo era el dueño del Moulin Rouge antes que yo. Siempre andaba por ahí, siguiendo a mi abuelo a todas las salas. Me abrumaba el éxito que tenía, y yo quería tenerlo también. Parecía que cada noche había una fiesta, y todo el mundo estaba dispuesto a participar en ella cuando podía. Así que cuando mi abuelo murió yo tenía 19 años y me hice con el club. Por fin pude sentirme poderoso.
Me llevé la taza a los labios y a menudo probé el café.
—Despedí a la mayoría de los empleados que eran demasiado viejo
