Es lunes de nuevo y me debato si ir a mi cita de cada semana con el psicólogo o no ir, después de como lo trate la ultima vez, dudo que me atienda, aun así, me arriesgo y voy. Después de esperar media hora en la sala de espera, soy llamada para entrar. —Debo admitir que creí, no volverías más. — comenta sin levantar la vista de su dichosa libreta, me encantaría saber qué es lo que escribe ahí; si realmente toma notas o solo se la pasa haciendo garabatos como he visto en las películas. —Yo admito que dudaba si seria atendida — digo entre avergonzada y divertida. —Para que veas que tengo ética — comenta jocoso. — antes de seguir, quiero comentarte una cosa. Estuve analizando todas tus sesiones — comenta mostrándome la libreta y respondiéndome a la pregunta que me hacía internamente, hace