Desperté con mi reloj biológico. Vi el reloj digital que estaba en mi mesa de noche, y vi que era aún temprano. No tenía que levantarme a hacer almuerzo ni desayuno, ya que había suficiente en el refrigerador y era solo sacar y recalentar. Así que me quedé un buen rato disfrutando de la cercanía de Brian. Como en muchas ocasiones, habíamos dormido juntos. Cualquiera que entrara en la habitación y nos viera, diría que habíamos tenido una pasional noche. Copas de champán vacías a un lado de la cama junto a una botella casi vacía, prendas de ropa regadas en el suelo, y ambos acostados juntos, empiernados y semidesnudos. No me malentiendan…el calor veraniego de Francia era insoportable, y no teníamos muy alto el aire acondicionado de la habitación, para no amanecer constipados. Así que Brian