Esko se cansó de estar escuchando tantos resoplidos y lamentos silenciosos, desde luego esa relación era demasiada intensa y confusa para él. No los entendía, jamás había visto a dos personas amándose tan incondicionalmente a la vez que se aseguran de no demostrar todo lo que sienten. Es como si se negaran a decir lo que sienten, pero que lo demuestran en cada acto que hacen, ellos son la definición de hechos y no palabras. ―Cuéntame, ¿Qué fue esta vez? ¿Fuiste incapaz de controlar tu posesividad nuevamente? ―Vik lo miró ofendido, si bien no soporta que le hablen, la miren ni respiren el mismo aire que su abejita, no todo el tiempo pierde el control. ―No sé qué hacer con Yannick. ―Soltó un largo resoplido. ―Es tan impredecible que no sé qué se viene después. ―Le dio un trago a su bebida.