LEONEL TRABAJA EN LA ASEGURADORA

1676 Words
Después de un día cansado pero con una victoria a mi favor, voy a dormir plácidamente hasta el siguiente día. Mansión Familia Brandi — ¡Te veo feliz papá!, parece que a dieguito como le dices le fue bastante bien en Londres. —Le digo con cierta ironía y me río jaja jaja jaja. —Mi amor es un alivio bien grande el éxito en las negociaciones con unos de los gerentes principales de la reaseguradora Inreon. —Mi papá suspira varias veces dando a entender lo aliviado que se encuentra— Dieguito es una excelente persona y un buen trabajador, por eso se ha ganado mi estima y respeto durante todos estos años que ha estado en la aseguradora. Mientras seguimos conversando mi padre me insinúa indirectamente de los coqueteos que Diego me hace, me da a entender que es un buen partido debido a la amistad que tiene, lo caballero, refinado, elegante y de buena posición económica. Yo guardo silencio, no le digo nada ya que es muy pronto como para pensar en salir con Diego. Quizá al pasar el tiempo voy a pensar seriamente una salida con él. Es otro día y al bajar a la mesa a desayunar para ir luego a la universidad ¡Vaya sorpresa! El idiota de Leonel está sentado justo en mi silla, al lado de él está Sara sonriéndole calurosamente. Mi padre no está, quizá se levantó temprano para ir a la aseguradora y finiquitar ciertos detalles financieros con Diego Martínez. —Hermanita, ¡No está papi para que te de desayunar en la boca! Así que te toca servirte por ti misma. —El tono de mi hermana Sara es sarcástico y a la vez expresa una sonrisa malévola. —Jully ¿aún a esta edad tu padre de da de comer como una nenita de 5 años? ¡Eres una joya! —jaja jaja jaja se ríe el estúpido de Leonel a carcajadas tanto que se pone hasta sus mejillas se ponen rojas. Prefiero no seguirles la corriente para no amargarme tan de mañana con este par de ponzoñas, es mejor que de una vez por todas formalicen una relación y me dejen en paz. No desayuno regresando a mi cuarto a recoger la mochila y dirigirme a clases, por el camino voy a comprar un yogurt con galletas. Antes de salir de la mansión, escuchó a Sara diciéndole a Leonel que esta tarde después de la universidad se dirija de inmediato a la aseguradora llevando algunos documentos, creo que el idiota ese…va entrar a trabajar en la compañía de mi padre. No solamente tengo que soportarlo en la mansión y universidad sino también en la aseguradora. ¡Dios mío que he hecho para merecer semejante castigo! Exclamo mirando al cielo. Al ir de camino a clases en mi carro con el chofer, escucho que alguien intensamente pita y pita, no puedo distinguir quien es debido a la distancia que se encuentra, pasan unos minutos y se acerca más. ¡No puede ser es Leonel en un nuevo auto! ¿Qué mie…a hace siguiéndome como un loco tocando la bocina una y otra vez? — ¡Hola niña de papi!, tu hermana me va a contratar esta tarde en la aseguradora “Brandy”, ¿No te agrada la idea que vamos a estar juntos también en el trabajo? —Me dice estas palabras mientras el semáforo está en rojo. —Felicidades por ti y mi hermana que ya tiene un asistente ejecutivo. —Le respondo mordiéndome los labios de la rabia. — ¿Está bravita la niña de papi o celosa? —Al acabar de preguntarme con ironía arranca el carro a más de 100 kilómetros por hora y se va. Nunca en mi vida nadie me ha caído tan mal como Leonel, ¡en verdad no lo soporto! Alguien me llama, es mi mamá, le contestó tranquilizando los nervios y hablo con ella como si nada me sucede. Dialogamos por varios minutos, siempre me dice que me cuide de los hombres especialmente de los don juanes o casanovas (Justamente Leonel es de esa categoría). Que no se entere mi madre que uno de esos depredadores anda asechándome, ella al despedirse me da la bendición deseándome los mejores éxitos en mi carrera universitaria. La extraño tanto, unas pocas lágrimas me salen de los ojos, constantemente recuerdo aquellos hermosos días que pasamos las dos juntas en Italia, especialmente en un parque de Milán donde solíamos dar de comer a las palomas pedazos de pan, añoro aquellos cálidos tiempos. Llego a la universidad el chofer tan educado me abre la puerta, le agradezco. Este día recibo las materias de primer y segundo semestre, menos mal no voy a ver a Leonel burlándose de mí y babeando disimuladamente porque en el fondo de su corazón, sé que la fascino mucho, pero jamás va a lograr darme por lo menos unos beso en la mejilla. El día pasa rápido los profesores nos mandan varias tareas, es hora de regresar a casa para almorzar, descansar un rato y hacer luego los trabajos de Marketing, Investigación de mercados II y Taller I. Llego a la mansión, me preparo la comida yo misma no me agrada tanto que el millar de empleadas me sirvan, prefiero hacerlo por mí misma. Una vez más el celular suena, esta vez es mi papá diciéndome que vaya esta tarde a la aseguradora. Antes de salir descanso por unos momentos, me hace falta dormir un par de horas. Tengo pereza de ir a la aseguradora, pero tengo que estar allí por mi padre. Esta vez no voy a ir en el auto con el chofer sino cogiendo un bus, me acostumbro mejor a la vida sencilla y simple que he vivido con mi madre en mi ciudad natal (Milán) a estar rodeada de lujos y que todo me sirvan a pedir de boca. Agradezco a mi padre por lo generoso que es conmigo, sin embargo, mi estilo de vida es muy distinto a su status quo. Me bajo del bus voy directo a la compañía, todos me saludan respetuosamente sabiendo que soy la hija del magnate y dueño absoluto de esta prestigiosa aseguradora. Mi trato con ellos es igual a igual, soy completamente distinta a mi hermana ya que ella es arrogante, presuntuosa y despectiva con los que considera inferiores. Subo por el ascensor llegando al último piso, entro a la oficina de mi padre corriendo hacia el para darle un gran y caluroso abrazo. —Papá ¿cómo estás? ¿Todo bien? ¿Alguna novedad? —Le pregunto mientras le hago cosquillas en la barriga. — ¡Mi niña siempre tan dulce que me alegras aún más el día con tu presencia y belleza! —Me dice sonriendo por las cosquillas que le hago. Después de unos minutos se sienta para decirme que desde el día de mañana, voy a entrar a la aseguradora como pasante en el departamento de Fianzas. Yo me pongo feliz ya que por fin voy a tener un trabajo aunque sea de pasante, sé que a su debido tiempo cuando obtenga mi título profesional, mi padre me ha prometido ofrecerme un buen puesto en el departamento de Fianzas como directora. Voy a hacer todo lo posible para ser digna de tal excelente posición laboral, lamentablemente la felicidad me dura poco tiempo porque desde lejos escucho a dos personas riéndose, es Leonel Maldini y mi hermana Sara. —Padre te presento a mi asistente personal, se llama Leonel Maldini aquí te traigo su hoja de vida que es excelente a parte de su atractiva presencia. —Le dice Sara con una sonrisa de oreja a oreja. —Sarita me alegro por ti que hayas conseguido a tu asistente personal. —Le contesta mi padre devolviéndole la sonrisa. — ¡Don Diego Brandi es un gusto conocerlo en persona!, me presento soy Leonel Maldini y desde el día de mañana voy a trabajar en su prestigiosa aseguradora. —Noto a Leonel decir estar palabras con aires de grandeza. —Bienvenido seas Leonel, si mi hija Sarita te ha escogido es porque realmente eres una persona inteligente, respetuosa y trabajadora. —Le responde mi padre apretándole la mano con entusiasmo. A mí por el momento no me toman en cuenta para nada ese par de ponzoñas, hasta que mi papá les dice que también voy a estar desde mañana en la aseguradora en calidad de pasante. Sara no dice nada como que poco o nada le importa si vivo o muero, solo Leonel me felicita aparentando respeto y educación, esto lo hace solamente porque está ante la presencia de mi papá. Acabando con ese desagradable encuentro salimos con mi padre para ir de regreso a casa, antes de irnos Diego Martínez se hace presente, nos saluda y para sorpresa mía me regala chocolates. Le agradezco por tan bonito detalle, desde lejos veo a Leonel dejar a un lado a Sara para acercarse, lo noto algo celoso ya que nos interrumpe para decirme que mañana me espera en la universidad para dialogar de varios temas de dos materias. Por unos segundos Diego y Leonel se cruzan las miradas como dando a entender que aquella chica o sea refiriéndose a mí, está en su mira y están dispuestos a hacer todo lo posible por conquistarla. Antes que ellos se crucen palabras desafiantes, Sara llama a Leonel para que le acompañe hasta la salida, pero antes de irse Leonel me dice palabras susurrándome al oído: — ¡Serás mía niña de papi! ¡Ese imbécil no me a ganar en quitarme mi más preciado trofeo! ¡Jaja! ¡Jaja! ¡Jaja! al fin me río sin que nadie lo note, por primera vez le he ganado un punto. Leonel se va a dar cuenta que conmigo no lo va a tener nada fácil, si en anteriores ocasiones ha conquistado a las mujeres sin mover un solo dedo, pues ahora le toca sufrir si quiere algo conmigo, pese a que no me interesa por el momento.
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