Universidad Buenos Aires. Este día es excelente voy a disfrutarlo como nunca, quiero ver la cara de pendejo de Leonel cuando quiera charlar conmigo, seguramente va a decirme algo de lo sucedido el día de ayer. Dicho y hecho, llego a la universidad y ni bien el chofer abre la puerta del auto para salir, Leonel viene como un loco. —Ahora que no estamos en la presencia de tu padre, ¿Quién diablos es ese pelotudo que te anda galanteado? —Leonel se expresa con enojo y mordiéndose los labios. — ¡A voz que te importa! —Le respondo con risa sarcástica. — ¡Vas a hacer mía a como dé lugar mojigata!, nadie va a poder conquistarte mucho menos ese pelotudo. —Le veo tan enojado que se pone rojo de la rabia. Jaja, jaja, jaja me río y me doy la vuelta sin decirle nada, pero al caminar para entrar al