Brooke estaba más que contenta y emocionada cuando regresaron a la casa de Venecia, su sorpresa de cumpleaños la hizo muy feliz. Vincent solo podía estar mirando con una enorme sonrisa a su hija, su felicidad era su mayor alegría. Vincent decidió salir al jardín un momento y poder despejar su mente de todo lo ocurrido esos días y de todo lo que sabía. Aunque la que más rondaba en su cabeza era que Astrid, la mujer con la que quería casarse, había estado con un maldito mafioso y que ahora, estando con él, lo criticara tanto sabiendo quien es en realidad. Pero si se pone a reflexionar un poco, Astrid trato de hacer la cosas de un modo distinto, aunque Vincent quisiera arrastrarlo a su mundo, él ya sabía lo que era estar en ese mundo, salió con trabo y ahora, era egoísta de su parte sabiend