Ariel Montes, en ese instante se sintió sumamente confundido por la situación que estaba aconteciendo, era más que obvio que nunca se iba a imaginar que esa mujer de la cual se había despedido prácticamente sin decir adiós y sin haber vuelto a estar con ella de cerca, ahora nuevamente estaba frente a sus ojos y en una situación completamente comprometida y de la cual no entendía la razón por la cual ella directamente se encontraba en ese lugar.
Era más que obvio que Rubí tampoco iba a mencionar la razón por la cual se encontraba en esa habitación, que definitivamente no era lo que estaba planificado, ¡Jamás estuvo dentro de sus propósitos que toda esta circunstancia o situación llegara a complicarse de esta manera! lo único que le quedaba a Rubí en ese momento era tratar la manera de convencer a Ariel que todo estaría bien siempre y cuando se quedará a su lado, solo que no sabía exactamente cómo hacer para que Ariel comprendiera.
—No puedo permitir que ahora te alejes nuevamente ¿Cómo sabré si realmente regresaras? Deseo que te quedes conmigo y me des una sola razón para confiar en ti.
Era evidente que Ariel se encontraba confuso y necesitaba saber la verdad, por lo que Rubí reacciono a sus palabras.
—Deseo ser sincera contigo, la noche de ayer fue especial, mágica y única ¡No creí que podría llegar a enamorarme de un hombre como tú en tan solo unas horas! no precisamente porque nos entregáramos a la lujuria y a la pasión, sino porque realmente llegué a sentir que había una conexión entre nosotros, por eso mismo es que fue único y especial lo que sucedió contigo.
—¿Pero entonces a quien estabas esperando que ya han venido por ti? Dime algo por favor. —Exclamó el CEO con desesperación.
—¡Si estoy en esta situación no es porque sea una prostituta! sino porque hay una fuerza mayor de la cual no puedo hacerte saber, no te diré y tampoco te pondré en riesgo, así que si tú lo que deseas es solo verme conversar y tratar la manera de sacarme la verdad ¡Algo que definitivamente no va a suceder! en lugar de tomar mi piel, mis besos, mis caricias y todo lo que tengo para entregarte, ¡Entonces quedémonos viéndonos sin decir una sola palabra durante estos últimos minutos contigo!
Tras segundos en silencio y sin pronunciar una sola palabra, Ariel la tomó por la cintura para llevarla hacia su pecho, extendiendo no solamente sus brazos sino también ese sentimiento repentino que comenzaba a hacer un hueco profundo en su corazón para permitir que ese ligero sentimiento que Rubí le estaba mostrando se incrustará en el centro de su corazón.
Ariel no había llegado a experimentar esa manera distinta o extraña de amar o sentir algo por una persona, era un tanto distinta la manera en la cual se atrevía a ver a esa mujer a los ojos de cabello de fuego del cual parecía no extinguirse con el sereno de una noche, era como si de pronto todo lo que en algún momento Ariel pensaba que podría suceder en su vida, ahora estaba tornándose de una manera distinta, pero esta mujer estaba cambiando todo el concepto de lo que actualmente era su existencia.
Rubí al estar rodeada por los brazos de Ariel, no dejaba de acariciar su rostro y su cabello, era como si de pronto solamente existía un sentimiento profundo entre ambos y no desearan otra situación más que mantenerse en esa posición, pero el tiempo pasaba, los minutos no perdonaban y el cliente que a Rubí estaba esperando para atenderlo, se comenzaba a terminar, en algún momento determinado llegaría a tocar la puerta solicitando la inmediata intervención de Rubí para que ella actuará conforme lo que estaba planeado.
No había tiempo alguno para detenerse y negarse a realizar el trabajo que debía de hacer, era más que inmediata su presencia al momento que esa puerta se abriera y ella se viera obligada a abandonar al hombre que estaba acariciando con su corazón más que con sus manos, fue entonces cuando ella exclamó.
—¿La verdad no sé qué me pasa contigo? es como no quererse desprender del lugar donde me he llegado a sentir segura, siento como si nunca va a suceder de nuevo, siento algo en mi interior que me dice que no podré amar a otro hombre como te deseo, realmente me estoy arriesgando a decirte cómo me siento al respecto contigo, pero considero y espero no equivocarme al respecto que de alguna manera tú también puedes estar sintiendo lo mismo por mí.
—¡Nunca antes me sentí tan cómodo con una mujer como tú en mi vida! ¿Aun dudas de ello? —Respondió lleno de deseo el CEO por Rubí.
—¡La verdad no tengo la más mínima idea si mis pensamientos puedan llegar a ser los sentimientos que embargan tu corazón y tu interior! no tengo la menor idea si mis sentimientos son capaces de llegar a esa profundidad en tu corazón, por lo cual también estoy segura que en algún momento determinado he tratado la manera de amar a alguien y no he recibido la respuesta que he solicitado! por ello mismo es que siento que me estoy arriesgando de más contigo, pero aunque así sea que me esté arriesgando, no deseo por nada del universo arriesgar tu vida Ariel.
Ariel no sabía que pensar al respecto, ¿Tan grave era la situación como para llegar a ese extremo? Pero Rubí, continúo su conversación y desesperada sin querer marcharse de la habitación sin un solo beso de Ariel por fuera de su piel.
—Por favor solo tómame, ¡Hazme el amor una vez más antes que esa puerta se abra y tenga que salir de esta habitación! —Exclamó con su deseo ardiente.
—No desearía salir de este lugar sin antes haber probado de ti una vez más lo que se siente ser amada y deseada con un sentimiento puro y verdadero, necesito saber si estoy equivocada contigo para no seguir ilusionándome y arrancarme este sentimiento con lo que tengo que hacer esta noche, ya que la luna sangrará y el cielo se va a olvidar de sus estrellas porque arrancaré cada una de ellas para eliminar el sentimiento que tengo por ti, ¡Solo te ruego que no me mientas!
—¡No estás equivocada Rubí! bésame y comprueba por ti misma lo mucho que me dolió el no verte esta mañana, no voy a preguntar más sobre ti, no quiero saber qué es lo que está sucediendo, solo quiero sentir la adrenalina de tu fuego en mi cuerpo, solo deseo sentir ese amor qué dices que te ilusiona conmigo, ¡Hazme sentir que puedo llegar a estar vivo a pesar de que durante todo este tiempo he vivido sepultado en el olvido! solo dame una razón más para convencerme que a tu lado es el lugar correcto del cual no desearía apartarme sin importar lo que esté sucediendo en tu vida.
En lo absoluto se podría llegar a mencionar que se trataba de un simple déjavu, la situación con Rubí en esa habitación fue maravillosamente excitante, era extraña la manera o la forma en la que esos cuerpos se amaban ¡Como jamás Ariel lo había provocado con otra mujer con la que hubiese estado hasta el momento! la sensación era completamente apoteósica y de momento no tenía planes si quiera de pensar encontrarse con alguien más en la vida que no fuese Rubí Echeverri.
Parecía ser que ella era todo lo que necesitaba, parecía que era la adrenalina en la vida que realmente estaba necesitando, ella contaba con toda la emoción y el deseo de las ganas de vivir una vida intensamente.
¡Solo que de momento aunque la situación se estaba tornando un tanto confusa por la manera en que se encontraban amando en esa habitación, no dejaba de sentir que esa mujer podría llegar a ser considerada todo en su vida! seguramente aún era muy temprano afirmar ese tipo de circunstancias, pero estaba entrando en un estado en el cual en la mente y en el corazón algo le decía que solo tenía una vida para vivirla con ella y si no aprovechaba el momento y la ocasión, eso podría llegar a pasar factura algún día en el corazón.
Posiblemente nunca más podría llegar a encontrar a Rubí, la vida nuevamente se estaba resumiendo en un encuentro literalmente fugaz, que, aunque no fue precisamente lo esperado o lo pensado, pero ahí se encontraron derrochando pasión los cuerpos en un solo grito de excitación.
Con toda certeza ambos hubiesen deseado permanecer más tiempo enredados en la piel, pero el tiempo no alcanzaba, la materia se disolvía y se hacía pedazos solamente imaginando la manera en la que mientras los corazones se abrazaban y se encontraban para intentar fundirse en medio del deseo y la locura, la desesperación con la que se aferraba a su espalda era el deseo con la que Ariel se aferraba a sus pechos.
El roce de sus poros abiertos dejando escapar ese aire caliente que quemaba desde su interior, envolvía todo el ser de Ariel, que como agua y fuego provocaban el vapor en esa habitación.
Era intensa la manera con la cual se amaban, volviéndose una locura y desesperación, Esos minutos juntos se sintieron eternos, pero sobre todo antes de marcharse de la habitación dejó plasmada la piel ardiente y sedienta de su cuerpo en la piel sedienta y sudada de Ariel, ahora era un reflejo de su deseo y los vidrios de sus ojos no veían otra figura más que las curvas con las cuales ella se deslizaba para entrar entre su entrepierna para luego cabalgar como una jinete sobre un potro salvaje.
¡Ariel deseaba que ese momento fuera eterno al instante que ella se aferraba a su cuello gritando con el placer de la satisfacción! esos gritos de orgasmo se convirtieron en melodías y sinfonías dignas de ser escuchadas en completa y total soledad, aumentaban el deseo y la lujuria por volver a experimentar lo que ella estaba exclamando con sus cuerdas vocales, amor y deseo dos palabras que se fusionan para formar lujuria desenfrenada que solo intentan ahogarse en los recipientes de la excitación.
Esa noche se quedó el recuerdo de su excitación y lujuria en su pecho, esa noche estaba dejando algo más que la satisfacción de haber regresado a su piel como ave que regresa a su nido, en esos momentos de placer entregó el resto que no le alcanzó la noche anterior.
¡Pero que aun así llego a sentirse un tanto esperanzado que por algún motivo o razón ella volviera a atravesar esa puerta para abrazarse a su deseo!
En el CEO Ariel Montes, se quedó el olor de su piel y de sus labios cubriendo todo el cuerpo de un hombre que solo necesitaba un poco de adrenalina en su vida y que fue inyectado con mil gramos de la misma, ¿cómo llegar a olvidarla? ¡Sí literalmente ella fue la que comenzó a inyectar adrenalina y vida en Ariel!
Tras el encuentro que prácticamente parecía ser explosivo entre Ariel y Rubí, ella se retiró de la habitación no sin antes mencionar algo muy importante deseando principalmente que Ariel no corriera ningún tipo de peligro al momento que se logrará escuchar cualquier tipo de altercado o situación que invocara riesgo o complicación, Rubí definitivamente estaba excitada por la manera en la que se reencontró con Ariel después de haber afirmado que ese momento no volvería a suceder entre ellos, pero que de igual forma esa noche podría ser la última entre ellos.
—¡Antes de marcharme de tu piel y de tu corazón, deseo que escuches atentamente lo que tengo para decirte! No me preguntes por qué, ni para quién e incluso no intentes siquiera seguirme, solo quédate en esta habitación por favor y escucha atentamente.
Era una situación complicada para Ariel, mencionar que no la siguiera o que actuara al momento de escuchar cualquier alboroto, porque Ariel no era precisamente el tipo de personas que se quedaba tranquilo si estaba viviendo con la ansiedad a tope, pero Rubí no se marchó sin antes mencionar.
—No puedo decirte abiertamente para quien trabajo, pero me imagino que después de esto tendrás una ligera concepción en tu mente para deducir a lo que me dedico ¡Pero aun así te ruego que no me juzgues en tu corazón, solo recuerda estos momentos de nuestras vidas como únicos e inolvidables, excitantes y desorbitantes! —Exclamó con el deseo que el CEO no la juzgara y continuara amando.
—Es momento de trabajar y seguramente algún día podrás entenderlo cuando no me veas a tu lado, solo recuérdame cómo me he entregado a tus deseos de la misma manera que seguramente lo has hecho conmigo, porque definitivamente has dejado más que un simple orgasmo en mi ser, has dejado cientos de ellos y en cada uno se resume el deseo de tu corazón, pinta mi rostro en tu corazón y nunca te olvides que la razón nunca va a estar de acuerdo con el corazón.
Rubí se retiró inmediatamente después de la habitación para dejar a Ariel con esa sensación ¡Que posiblemente nunca más se volverían a encontrar! sin saber que literalmente la vida de Rubí estaba en peligro esa misma noche, el destino estaba escrito y ella debía cumplir la misión esa noche.
El cliente se estaba desesperando y un clima tenso se comenzaba a sentir en todo el lugar, ¡De pronto en la habitación donde Ariel se había quedado con ese deseo inmediato de ir tras sus pasos, una sombra extraña de pesadez e incertidumbre se quedó en compañía del millonario y joven Ariel que no tenían ni la más mínima idea que esa mujer que en ese instante amaba y deseaba más que cualquier otra cosa en la vida, se dirigía directamente a exterminar el suspiro de una persona! aunque realmente no lo supo y como tal Rubí nunca se lo dio a conocer.
A su salida ya se encontraban cinco hombres alrededor de Rubí, todos eran sus escoltas que la estaban dirigiendo a su destino, el cliente estaba por entrar al servicio preferencial ejecutivo del bar, mientras que Rubí se preparaba para darle la estocada final a quien con descaro le ha robado a su patrón y que estaba más que ansioso por ver la cabeza del traidor rodar bajo los pies de la princesa de la mafia y del amor.
—¡Ya es hora Rubí, el cliente está a punto de ingresar y en la habitación tienes todos los utensilios que necesitarás para entrar en acción!