Kelly estaba nerviosa cruzando los dedos sobre su regazo sentada en el asiento del copiloto mientras que Felipe manejaba. Ella no tenía ni idea de a donde se dirigían y eso la tenía nerviosa, por esa razón odiaba tanto las sorpresas. –¿No piensas decirme a dónde me estás llevando? –Preguntó Kelly mirándolo con curiosidad y él negó con la cabeza sonriendo por verla tan curiosa. –Si te lo digo no será sorpresa, quiero que hoy todo sea perfecto pequeña. –Contestó agarrando una de sus manos y la besó para calmarla. Cuando llegaron al puerto Kelly sintió que se le aflojaban las piernas cuando se acercaron a un hermoso yate blanco de cincuenta metros de eslora, ella podía ver escrito en el costado el nombre de la embarcación, “Arkadia”. Kelly lo miraba embelesada y Felipe pasó el brazo alrede