–¡Por favor no juegues de esa manera conmigo! –Pidió Julia con los ojos acristalados y Hugo agarró su mano para dejarle un suave beso en ella y después otro en su frente. –No estoy jugando contigo, solo estoy desarmando todas mis defensas para entregarte mi corazón. Ha pasado muy poco tiempo desde que nos conocimos, apenas unos meses y solo quiero convertir esos meses en años y si posible en un “para siempre”. –Murmuró Hugo mirando directamente a los ojos de Julia, que ya estaban empañados por las lágrimas. –Solo dime que no estoy solo en el medio de este océano de sensaciones y emociones que siento cuando estoy a tu lado. –No, no lo estás, porque yo me estoy hundiendo en él. –Contestó Julia con la voz entrecortada y Hugo se incorporó en la cama sentándola sobre él con las piernas abiert