11: ¿Qué te pasó Henderson?

2853 Words
Lily Mark al escuchar esto inmediatamente se pone de pie dirigiéndose hacia la ventana. —Carajo—maldice. Con esto acabo de comprobar que precisamente la policía estaba afuera, aunque era de esperarse, la fiesta se estaba saliendo de control no dudo que algún vecino la haya llamado. —Tenemos que irnos—ordena sacándome de mis pensamientos. Se gira hacia mí. Yo por mi parte me pongo de pie quedando frente a frente con él. Hay unos momentos en el que su mirada me analiza con determinación, luego pasa a perderse en el vacío como si se estuviera debatiéndose sobre algo. Después de unos momentos decide hablar. —Mi auto está estacionado a dos cuadras de aquí. Saldremos por atrás—y con esto se pone en marcha a lo cual yo sin dudar lo sigo. No me agrada mucho la idea de irme con él, pero mis opciones son limitadas, así que esto es como un tómalo o déjalo. Decido tomarlo. Al salir de la habitación nos encontramos con varios adolescentes corriendo hacia varias direcciones. Nos dirigimos con paso apresurado hacia el jardín dónde aún se encuentran varios en la piscina y bailando. La fiesta tiene tanta gente que ni si quiera se han dado cuenta que la policía está aquí. A punto de salir detengo a Mark. El frunce el ceño. —¡No dejaré a Zac!—pronuncio alzando la voz por encima del ruido. Él por su parte mira hacia diferentes direcciones. —¡Será imposible encontrarlo, nos llevará mucho tiempo!—responde con el mismo tono. Miro hacia el gentío tratando de localizar a Zac pero me es imposible. Es como buscar una aguja en un pajar, pero tampoco voy a dejarlo. Saco mi celular y marco su número. Mark al ver esto simplemente se limita a mirar hacia diferentes direcciones. Contesta, vamos. El tono suena una y otra vez, sin embargo no hay respuesta por su parte. Cuelgo y marco de nuevo aun teniendo la esperanza de que llegase a contestar, pero mis esperanzas van muriendo por cada tono que suene. No contesta. Cuelgo y mi vista viaja hacia Mark quién ahora se encuentra mirándome esperando una respuesta por parte mía. Niego con la cabeza. —¡Tenemos que irnos!—dice pero ahora lo noto un tanto desesperado y es ahí en dónde accedo y decido irme, sin embargo mi idea de localizar a Zac sigue en pie sólo que opto por localizarlo en un lugar más tranquilo. Mark al ver esto se dispone a avanzar. Nos adentramos al mar de gentío tratando de hacernos paso entre ellos, voy detrás de Mark siguiendo sus pasos, pero poco a poco el camino se me cierra sustituyéndolo por más gente. Al ver esto inmediatamente trato de visualizar a Mark buscando algún indicio de él, me pongo de puntitas para obtener un mejor panorama, pero se me es imposible ya que el espacio en donde estoy está muy cerrado haciendo que varias personas me empujen y me hagan avanzar hacia otra dirección. Bravo Lily has perdido tu única oportunidad para salir Así pues, trato de encontrar el camino por mí misma. Al final opto por abrirme paso entre la gente yendo todo derecho hasta salir del mar en el que me metí. Decidida me dispongo a avanzar, pero me veo interrumpida por una mano que hace contacto con mi mano derecha. Me sobresalto al sentir el tacto haciendo alejar mi mano de ella. Veo de quién se trata e inmediatamente un alivio recorre mi cuerpo. Es Mark quién ahora tiene el ceño fruncido. —¡Dame tu mano!—pide e inmediatamente torno una cara confusa, él al ver esto contesta.— ¡Será más rápido salir si los dos vamos juntos!—explica y pienso que tiene lógica, él conoce la salida y si no quiero perderme de nuevo será mejor irnos agarrados de la mano. Al pensar eso un escalofrío recorre mi cuerpo. Vamos Lily no es el momento en prestarle atención a esas cosas. Finalmente accedo dándole mi mano, él al parecer se sorprende y antes de darse la vuelta veo una pequeña sonrisa cruzarse por sus labios mascullando algo que no logro escuchar. Finalmente logramos salir del gentío, yendo hacia el auto de Mark. Nos metemos en él y sin pensarlo dos veces Mark echa a andar el vehículo. Rápidamente aprovecho el momento para mandarle un mensaje a Zac, preguntándole en dónde estaba y anunciándole que yo ya me había ido. Sólo esperaba que no se haya emborrachado tan rápido, como normalmente lo hace, y que no se cruzase con la policía. —¿A tu casa?—pregunta Mark espabilándome de mis pensamientos yo respondo que sí, él por su parte se limita a asentar con la cabeza. De repente el silencio nos invade con excepción de un ruido que logro escuchar haciéndome voltear hacia la ventana, pero al no ver nada decido ignorarlo. Y saber que es un camino largo por recorrer de aquí a mi casa hace que piense que será un largo viaje…uno muy incómodo. —Estará bien—comenta sorprendentemente Mark robando mi atención. Mark me echa una mirada rápida.—Zac…—aclara—Siempre encuentra la manera de salvarse aparte no eres la única consternada aquí. Connor el causante de todo esto, es mi amigo y ahora me preocupa sobre qué le dirán sus padres al ver todo lo que se armó en su casa. Sólo espero que no le quiten el bar, estaba tan emocionado cuándo me dijo que ya era el dueño de Neon´s club— explica y una sonrisa se asoma por sus labios. Sonrío de boca cerrada. Me volteo hacia él curiosa. —¿Cómo lo conociste?—pregunto tratando de hacer un poco de conversación. —Era pasante en la empresa de mi padre así que justo el día en el que mi padre me llevó a la empresa para encargarme de unas cosas, ese mismo día fue el día en el que lo conocí e inmediatamente estuvimos en la misma sintonía. Paso de ser mi acompañante de trabajo a ser mi acompañante de fiestas, celebraciones y claro entre esas ocasiones Zac lo conoció y se llevaron muy bien—termina de decir. Este momento fue el que me hizo ver que Mark de verdad había cambiado. Algo muy dentro de mí se removió, algo que hace mucho lo intentaba de reprimir. —Bueno pues esperemos que Connor y Zac estén bien—comento con una sincera sonrisa. —Esperemos…—concuerda Mark. Cuando Mark me contaba su historia con Connor me sorprendió el hecho en el que se interesó por la empresa familiar, es decir, antes Mark no le importaba en lo absoluto, lo único que le importaba era zafarse de ese tipo de cosas, como por ejemplo recuerdo la razón por la que me pidió ser su novia falsa ese tiempo, quería impresionar a sus padres sabiendo que su hijo estaba saliendo con la hija de los Martin, sí mis padres son muy populares en el mundo de los negocios entonces él aprovechó eso, la oportunidad que se le presentó no la podía dejar pasar. Fue una noche que fui a una de sus famosas fiestas, esa noche estaba vulnerable con el tema de mis padres fue tanto que bebí como si no hubiera un mañana y fue lo último que recuerdo, pero Mark apareció con sus estúpidos mensajes de “Hola Julieta” haciéndome recordar que básicamente le conté toda mi vida y como extra actué de una forma muy inadecuada, tanto para que Mark se le haya ocurrido grabarme y amenazarme con eso, mientras me tenía esperando para deberle el “supuesto favor” sí, fue una época muy mala, pero después vino lo inesperado, al principio actuábamos de novios frente a los demás pero, yo le llamo hormonas de adolescentes, algo pasó que hizo que me sintiera “atraída”, físicamente ya que Mark no está feo sólo que su actitud no le favorecía mucho, y bueno tuvimos algo, empezamos a besarnos, pero fue lo único que hicimos, al principio negaba mi atracción física hacia él, pero el muy maldito sabía que me empezaba a atraer, tanto que hasta me provocaba. Así pues, pasó el tiempo y llegó la hora de mudarme a otro país y pensé que ahí terminaría todo lo que tuviera que ver con Mark Henderson, pero vaya que estaba equivocada ya que aun estando lejos me involucré, más bien nos involucramos más de lo que esperábamos…fue ahí donde todo se salió de control, fue la razón por la que hoy en día me sienta así cuándo él aparece. Pero veo que ha cambiado, lo veo más maduro, el Mark que estaba obsesionado con hacer fiestas o grabar a chicas ebrias y lo más importante tratar de que su familia lo dejara en paz con el tema del negocio familiar ya no está. ¿Qué te pasó Henderson? O ¿A caso siempre fuiste así y sólo te conocí en una mala época? Es curioso porque alguna vez una persona muy importante en mi vida me dijo: “Para mí las personas no cambian, sino simplemente sacan a luz lo que siempre han sido, lo que han ocultado en su interior” ¿Esto aplica para ti Mark? Mis pensamientos son interrumpidos por un estruendoso ruido proveniente de afuera. Conforme avanzamos el auto empieza a subir y bajar ligeramente. —¿Qué demonios?—se queja Mark tratando de localizar la raíz del problema. Inmediatamente tengo una corazonada. ¿Será el mismo ruido que escuché hace unos cuantos minutos atrás? Bajo la ventanilla del auto y con precaución saco mi cabeza para localizar el problema. Bingo Una llanta ponchada. Me devuelvo al auto dirigiéndome hacia Mark. —La llanta se ponchó—éste maldice.—Creo que deberías de buscar un lugar en donde aparcar—sugiero. —Sí bueno no es tan fácil estando en una carretera—responde mientras echa unas cuantas miradas hacia el retrovisor. —¿Aguantará hasta llegar a una gasolinera?—pregunto consternada. —Depende…—dice mientras trata de bajar la velocidad del auto. —La gasolinera más cercana está a unos si no mal cálculo…a unos 2 o 3 kilómetros—responde. —Aunque por lo que veo creo que nuestra única opción sería orillarnos y cambiar la llanta por la de refracción—propone. De repente un estruendoso ruido proveniente de la llanta nos interrumpe.—No, No, No.—dice repetidas veces. —Vamos sólo un poco más—Mark con dificultad trata de orillarse y con mucho esfuerzo apenas y llegamos a orillarnos—Bien, eso me basta—comenta un poco aliviado. Mi vista viaja hacia nuestro alrededor. Todo está completamente oscuro la única luz que hay son las luces de los carros pasar. Esto parece la típica escena de terror en las películas en dónde van viajando en coche y se encuentran al mismo demonio en la carretera, si no es eso es una niña maldita pidiendo ayuda, o un payaso…sí tantas cosas que han sacado que hasta ya te encuentras payasos en la carretera. Nunca fui de las personas que le tuvo miedo a la oscuridad, de pequeña sí, pero es normal, ni si quiera duró mucho esa época, sin embargo el hecho de que estemos solos, en medio de la carretera y a oscuras hace que mi mente empiece a pensar cosas que en estos momentos no ayudan. Mark prende las luces del auto, para evitar accidentes al igual que coloca el freno de mano. Seguido de esto los dos bajamos del coche para dirigirnos a la parte afectada. Mark saca la linterna de su celular y alumbra hacia la llanta. —Bien, no es algo que no se pueda arreglar—analiza aliviado y confiado—Sólo es un cambio de llanta. —dice mientras se dirige hacia la cajuela de su coche. Yo por mi parte saco la linterna de mi celular para que tengamos más luz, dirijo la linterna hacia el campo que se encuentra a un lado de nosotros y literalmente no hay nada, sólo hay puras hierbas cubriendo el panorama. —Mierda—maldice Mark haciéndome dirigirme hacia él. —¿Qué pasa?—lo miro consternada. Mark se rasca la nuca y pasa varias veces sus manos sobre ella. —No hay llanta de repuesto—avisa e inmediatamente el pánico empieza a hacerse presente en mí. Frunzo el ceño. —¿Cómo de que no hay llanta de repuesto?—pregunto acercándome más hacia él. —Sí no tengo la maldita llanta de repuesto—dice a regañadientes—Maldición. Confundida me asomo hacia la cajuela y efectivamente no había indicios de una llanta de repuesto. —Tal vez no está en la cajuela …pudiera ser. —digo mientras abro la puerta trasera del coche buscando algún indicio de la llanta. Tiene que haber una ¿qué coche no tiene una? —Lily...—dice Mark. —No, no, no tiene que haber una—sigo buscando debajo de los asientos. Claro como si una llanta cupiera ahí, al menos para el tipo de coche que tiene Mark no. No podemos quedarnos en medio de la nada, demasiado peligroso —Lily...—de nuevo me llama Mark, pero hago caso omiso y sigo buscando —Todo carro debe de tener una llanta de repuesto y ésta no es la excepción—sigo buscando, pero nada. Mis esperanzas cada vez se están cayendo. El coche de Mark llama la atención si nos encontramos con las personas equivocadas….no habrá manera de pedir ayuda —Lily—dice ahora Mark con un tono serio, pero sin escucharlo me dirijo de nuevo hacia la cajuela. Debemos irnos, ahora —¿Seguro que buscaste bien? A lo mejor está escondida o guardada en un lugar …—me interrumpe Mark —¿En un lugar qué Lily?—dice con tono serio—Porque aquí lo único que veo es un gato, una llave cruz y una cuña, más no una llanta—dice desesperado—Todo está plano, no hay nada, no hay un maldito lugar secreto en donde este escondida la llanta joder.—al escucharlo inmediatamente siento como mi cara empieza a calentarse. —¡Pues yo que sé!—grito—¡No es mi culpa que no tengas una maldita llanta de repuesto!—respondo furiosa. Sé que no hay un maldito lugar secreto, pero ¿tanto le cuesta entender que lo hago para no entrar en completo pánico?—¡¿No entiendes que no podemos quedarnos aquí?! ¡¿Del peligro al que estamos expuestos?! —¡No es mi culpa que la señorita viva lejos!—se le sale decir.—Créeme que estoy muy consciente del peligro al que nos estamos enfrentando, no soy estúpido. Hasta aquí llegó mi límite. —¡Entonces dame soluciones y no problemas no es mi culpa que te ofrecieras a llevarme! ¿¡o acaso yo te pedí que lo hicieras?!—respondo. Veo como la mandíbula de Mark empieza a tensarse. —¡Tampoco te negaste y si me dejaras pensar te daría una maldita solución!—responde con la misma intensidad —¿De casualidad quieres que te traiga una taza de té para que puedas pensar tranquilamente? Tranquilo tenemos toda la maldita semana para arreglarlo—digo sarcástica—¡Me hubieras dejado, me hubieras dejado buscar a Zac y que él me llevara a casa y esto no hubiera pasado! ¡¿Tan difícil era dejarme?! ¡Por Dios Mark tan si quiera una vez en tu maldita vida DEJAME EN PAZ!— No me di cuenta cuándo dije aquellas palabras, pero ya era muy tarde remediarlo. Mark se había quedado mudo. Mierda Unos instantes después comienza a hablar. —Agarra tus cosas y busquemos el motel más cercano, pasemos la noche ahí y al otro día llamaré a la grúa y después de eso te llevaré a tu casa, no seré un cabrón como para que te devuelvas sola, pero después de eso Lily será la última vez que sabrás de mí. No más fiestas en las que coincidamos, no más reuniones, no más nada, de ahora en adelante tendré que evitarte lo cual eso a ti no te sale y si es que llegamos a coincidí en algo dalo por hecho que para mí serás una completa extraña. —sentencia y con esto se voltea para dirigirse al coche y agarrar mis cosas. Cierra el coche y le echa una última mirada después de esto me entrega mis cosas y se pone en marcha. Y yo en lo único que pienso es en como lo bien que la cague. Pero lo que más me consterna es que… ¿Eso no era lo que quería? ¿Qué Mark Henderson ya no formara parte de mi vida? Lo peor de todo es de que muy dentro de mí sabía que aquellas palabras eran totalmente falsas.
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