Andrea.... Muchas ocasiones escuchamos que el tiempo pasa a toda prisa, y eso es una gran verdad. Hace casi un año que Federico y yo nos casamos, en este tiempo y a pesar de sus constantes promesas no hemos podido pasar una noche de nuevo en la intimidad, pocas ocasiones viene a casa. Se ha convertido para mí en un auténtico desconocido. Me he hecho muy cercana a su padre, el hombre se niega a decirle la verdad a su familia, no comprendo la razón, a estas alturas lo mejor es hablar con la verdad, su cuerpo ha sufrido constantes cambios, la última ocasión que Federico lo vio estaba muy asombrado, parecía tan molesto conmigo, pero no comprendí el porqué, sinceramente ya no le pongo atención a su rostro, al final siempre quedo como la mala. Sinceramente me cansé de pedirle una respuesta,