Federico... Ahora estoy solo en la salita, los padres de Andrea están con ella en la cocina, el señor Rinaldi aplaude todo el gran trabajo que hago, pero aun cuando desearía decirle la verdad, que Andrea se ha encargado de muchas de las cosas importantes de la empresa, al final terminaría reprendiéndola, lo que menos deseo ahora son problemas. Anoche que llegue a casa parecía tan tierna e inocente con ese pequeño candelabro entre sus manos, pensó que un ladrón se había metido en la casa, cosa imposible, el sistema de seguridad es bastante bueno. Sin poderlo evitar la tomé entre mis brazos, me odio a mi mismo por ser tan débil, sé lo que hace, cuando me hablo sobre que mi padre la ayuda con los temas de la compañía no fue extraño, por supuesto él hará todo lo que ella desee. Pienso una