Capítulo 34: Manos entrelazadas

2024 Words

Dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Ese era un dicho muy popular en el lugar donde Pato y Helena vivían. Habían pasado algunos meses desde que se conocieron hasta ese momento en que estaban casados. Lo cierto era que Pato siempre había estado en contra de las relaciones estables y duraderas por la convicción de crecer sin quedarse anclado a la fuerza en un solo lugar. Sin embargo, tener a Helena entre sus brazos, con una confesión que no sabía qué tan cierta era debido al alcohol, le había removido fibras en su interior que no sabía que tenía. Su cuerpo se tensó y estuvo un buen rato durante la madrugada abrazándola, no quería separarse de ella. Por alguna razón que no entendía deseaba estar con ella y no soltarla nunca más. Estaba confundido con sus propios sent

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