Aurora Garnol.
No sé qué pasa, no sé nada, todo a mi alrededor se detiene.
Tragó con fuerza, mis manos y labio inferior tiemblan, tomo con mis manos temblorosa la carta y me río nerviosa.
Lo siento por haber hecho esto a escondidas tuyo, desde niña siempre ví cosas raras en tu familia.
Así que hice esto, realmente al principio no sabía que estaba haciendo, era ridículo, pero después cuando leí el resultado me congelé y tú debías saber.
Se que tenía que decírtelo de frente, sin embargo no lo pude, ambos deben estar solos, me iba a quedar, pero ambos deben saber esto los dos solos.
PD: no te enojes conmigo.
Caleb se deja caer al suelo con su mirada perdida, mi mirada se pierde en algún punto de la sala.
Bajo de nuevo la vista a la prueba y niego riéndome.
Esto tiene que ser una maldita broma, no tenemos ninguna relación, no somos hermanos, mis padres no son mis padres biológicos.
Mis piernas tiemblan y el aire me falta, camino a paso lento hasta llegar a mi habitación, mirando todo, las fotos con mis padres todo.
Todo me empieza a dar vueltas, me dejó caer al suelo, llevo mis piernas a mi pecho metiendo mi rostro entre ellas.
¿Qué está pasando?
No entiendo nada.
Mi labio me empieza a temblar.
No es mi hermano.
Él hombre que deseo no tiene ningún tipo de parentesco conmigo ¿Pero porque me duele? Se la respuesta, la mentira me duele.
Cierro mis ojos cuando escucho algo estrellarse en la sala, luego sus pasos rápidos.
—Aurora .—Su voz ronca hace que mi corazón se contraiga de dolor.
—No somos hermanos, no somos familia.—Hablo sin levantar la cabeza.
Escucho sus pasos acercándose a mí, sus brazos me envuelven para levantarme del suelo, no lo miro mantengo mi mirada en el suelo, nos acerca a la cama y se deja caer en ella con mi encima suyo.
Ninguno dice nada más, solo miramos el techo, meto mi rostro en su pecho mientras acaricia mi cabello.
—¿Por qué nos mintieron? —Hablo débil.
—Tampoco es que tuvieron mucho tiempo para decirnos. —Su risa irónica me hace negar.
—No la tuvieron, pero pudieron decirme ¿Quienes son mis padres reales? —
—Tus padres reales son Walmir y Leticia Garnol, ellos te amaron como si fueras su hija de sangre —
—Esto cambia muchas cosas Caleb —
—Lo se, aunque ahora —
—No queremos hablar del tema—
Ninguno pronuncia otra cosa solo me dejó llevar por sus caricias y ese pequeño beso que deja en mi cabeza.
Mi corazón late de prisa, pero ahora mi mente y corazón están cansados y por una vez se colocan de acuerdo en no pensar y sentir nada más.
—Aurora, mañana tengo que salir de viaje, tengo una reunión importante con algunos empresarios en Estados Unidos .—Empieza a decir y es otra puñalada para mí corazón.
—¿Quieres estar lejos de mi? —Se tensa y atinó.
—Es lo mejor, estando juntos solo haré que empeoremos, que tú empeores con tus sentimientos .—No es cierto, quieres huir—Te necesito lejos, nos hemos enterado de muchas cosas y hemos hecho cosas que no están bien, tal vez las hemos ignorado, pero hay están, y tú encima de mí tampoco ayuda mucho .—Muerdo mis labios y me alejo de su cuerpo, me doy la vuelta cubriendome con la sábanas—Aurora—
—Dejalo Caleb, te quieres ir, pues vete, no me importa, las cosas cambiaron desde hace mucho entre nosotros, las cosas cambiaron para mí desde hace mucho —
—¿De qué hablas Aurora? —Siento su aliento en mi cuello
—Vete —
Escucho como suspira, muerdo mis labios con fuerza para evitar que el sollozó salga ¿Ahora tienes que ser egoísta? Maldito desgraciado.
—Dominic se quedará contigo, cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme—
Pasa su mano por mi cuerpo, me deja un beso en mi hombro para luego levantarse.
—Aurora, por favor no me odies —
Jamás lo podría hacer, eres lo único que tengo.
Niego, escucho sus pasos alejarse y la puerta cerrarse.
Estando sola logró soltar el sollozó que tanto deseaba, hundo mi cabeza en la cama liberando un grito hasta doler mi garganta.
¿Toda mi vida ha sido una mentira?
¿Mis padres?
Se que son mis padres, pero joder duele saber que no soy su hija biológica.

Caleb Garnol.
Recuesto mi cuerpo en la puerta cerrando los ojos, maldigo una y mil veces.
No es mi hermana, no es mi hermana de sangre, sonará extraño, pero me alegra que ella no sea mi hermana de sangre, que la mujer con la que he estado fantaseando no tenga nada de parentesco conmigo.
Pero a la vez siento una profunda confusión ¿Por qué mis padres no me dijeron nada? No entiendo nada.
Pero ahora lo único que quiero es mantenerla lo más alejada de mí, aún hay muchas cosas que impiden que la tenga para mí.
No puedo hacerlo, aunque ella no sea mi hermana de sangre no puedo tocar y venerar su cuerpo como tanto ansió, no estaría bien, la crié cuando nuestros padres murieron, la sostuve en mis brazos cuando mis padres la trajeron a casa.
La vi dar sus primeros pasos.
No puedo hacerlo.
Camino hacia el salón hasta tomar mi saco, tomó las llaves y mis cosas, salgo de la casa, caminó hacia mi auto decidido.
Necesito respuestas.
—¿Señor? —Pedro se acerca.
—Que nadie entre a la propiedad mientras yo no estoy, solo tiene permitido la entrada Bianca Denigues, más nadie y cualquier cosa extraña me informas —
—¿Saldrá señor? —
—Solo unos días, necesito arreglar algunas cosas —
Pedro me abre el portón y salgo de allí con rapidez, llamó a Dominic y pongo el teléfono a manos libres.
—¿Qué sucede? —
—Vigila de cerca a Aurora, impele ir a esas carreras .—Al otro lado de la línea queda en silencio.
—¿Cómo lo sabes? —
—Aurora no se mueve sin yo saberlo —
Ninguno dice algo por un largo tiempo.
—Caleb yo .—Lo corto antes de que termine de hablar.
—Se que querías que ella misma me lo dijera.—Miro al frente esquivando algunos autos —Siguela y cualquier cosas extraña me lo haces saber, no quiero a ningún extraño cerca de ella —
—¿Qué está pasando? —
—Me acabo de enterar que Aurora no es mi hermana biológica, necesito averiguar más —
—Mierda eso si esta fuerte ¿Ella lo sabe?—
—Si —
—¿Y te irás así? Ella te necesita en estos momentos Caleb —
—Lo se, pero necesito saber la verdad —
—No es eso y lo sabes .—Aprieto el volante con fuerza —Quieres tenerla lejos, porque ahora que sabes que no son hermanos de sangre la podrás tocar sin que la conciencia te diga que está mal .—Pisó el freno estacionadome.
—Esta mal, la vi crecer, la creí cuando murieron nuestros padres, la sangre es lo de menos —
—Deja de decir estupideces, los he visto, las cosas entre ustedes ahora es diferente, ya no se ven como antes, ahora se miran como mujer y hombre, para ustedes la relación de hermanos ya no es viable—
—Y una mierda, eso no tiene importancia, debo volver a verla como mi hermana pequeña, aquella niña que creí —
—Eres un imbécil, pero te arrepentirás —
—Haz lo que te digo, no quiero a nadie cerca de ella —
—¿Y por qué no? —
—Porque no y ya —
Porque me enferma pensar que puede haber algún tipo cerca de ella que la puede tocar como yo deseo, que puede hacer que gima y grita de placer como yo quiero hacerlo, de solo pensarlo la sangre me hierve.
—De acuerdo jefe .—No pasó desapercibido su voz divertida.
Cuelgo y pisó el acelerador.
Busco en el teléfono y marcó rápido su número, estacionó el auto y me bajó caminando decidido al aeropuerto.
—Si es mi buen amigo ¿Que sucede Caleb?—
—No dejes que ella corra hoy, si va suspende las carreras —
—¿Le pasó algo? ¿Qué sucede? —
—No está estable, vigila de cerca a Aurora como siempre lo has hecho —
—Sabes que si, ella es muy importante para mí —
—¿Puedo contar contigo? —
—Siempre Cal —
Suelto un largo suspiro despeinado mi cabello y caminó hacia mi jet privado.
Solo a él y Dominic le confiaría la vida de mi pequeño ángel convertido en demonio.