Sentado en la terraza, Cyrus intentaba que su concentración estuviera cien por ciento en el hombre frente a él que le explicaba cómo había ido su guardia en las zonas baja la noche anterior, pero la verdad era, que su atención se encontraba dividida entre el informe y el hermoso chico que nadaba en la piscina. Tal vez el haber elegido ese lugar había sido algo inusual siendo que prefería pasar tiempo en su habitación, pero considerando que Rubí no era la clase de persona que le gustaba estar encerrada sin hacer nada y que cada vez que salía sin su compañía, recibía algún comentario desagradable y muy sexista que terminaba metiéndolo en problemas, Cyrus no estaba dispuesto a dejarle solo mientras el hombrecito disfrutaba de algo tan simple como bañarse. Sí, Rubí ya le había demostrado que