—Demoraste mucho, ¿sucedió algo? —preguntó Rubí, observando con atención como Anna rápidamente entraba en su habitación empujando un carrito. —Cierra la puerta —susurró tras pasar a su lado. Rubí frunció el ceño, pero de igual manera se movió rápidamente cerrando y colocándole seguro en la puerta. Enfrentando a la mujer, Rubí abrió su boca para preguntarle al respecto, pero inmediatamente obtuvo una respuesta a su pregunta muda cuando su puerta fue golpeada con brusquedad, sobresaltándolo un poco. —Detente o vas a derribar la maldita puerta —exclamó, retrocediendo hasta estar al lado de Anna. —El jefe Abel solicita su presencia en el comedor para disfrutar de una cena —anunció un estúpido al otro lado. —Pues dile a tu querido jefe Abel, que se joda y se meta su cena por donde no le e